Actualizado 20/12/2011 20:19

Prensa.- Pakistán ha sido el país más peligroso para los periodistas en 2011, un año en que murieron 43 en todo el mundo

El CPJ investiga otras 35 muertes que también podrían estar relacionadas con la profesión de las víctimas


MADRID, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -

Pakistán ha sido el país más peligroso para los periodistas en 2011, un año en el que al menos 43 comunicadores murieron en incidentes relacionados con su trabajo en todo el mundo, según ha indicado el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) en un informe publicado este martes.

La labor periodística ha sido especialmente peligrosa este año en que se han producido tantas revoluciones y manifestaciones en países de Oriente Próximo y el norte de África, según el CPJ, que ha precisado que los asesinatos selectivos han disminuido al tiempo que han aumentado las muertes de periodistas que estaban informando sobre protestas callejeras.

Esto explica el hecho de que en 2011 hayan muerto más del doble de los fotógrafos y camarógrafos --los profesionales más vulnerables en situaciones como protestas y disturbios-- que han fallecido otros años.

Pakistán, con siete periodistas muertos, se sitúa a la cabeza de la lista por segundo año consecutivo. Le siguen Libia e Irak, con cinco cada uno, y México, con tres. El CPJ ha identificado que en siete de cada diez casos la víctima recibió amenazas previas.

La cifra global es similar a la registrada en 2010, cuando fallecieron 44 periodistas, pero el CPJ está investigando otras 35 muertes --la mayoría en América-- para averiguar si están relacionadas con el hecho de que las víctimas trabajaban en el mundo de los medios de comunicación.

Del total, 16 periodistas murieron al realizar una tarea peligrosa, muchos de ellos al informar sobre enfrentamientos entre fuerzas armadas y de seguridad durante las protestas en el mundo árabe. Ahmed Tarek, un reportero de la agencia MENA que fue agredido por la Policía mientras informaba sobre las manifestaciones en Egipto, ha señalado que en ese tipo de situaciones se corren tantos riesgos como en una guerra.

El CPJ contó 19 asesinatos en 2011 --varios en Rusia y Filipinas--, la cifra anual más baja desde 2002. Los asesinatos en los que la víctima ha sido elegida de antemano suelen representar tres cuartas partes de las muertes de periodistas, pero el año pasado fueron menos de la mitad.

Además, ocho comunicadores fallecieron en situaciones de combate, la mayoría durante la rebelión y el conflicto en Libia. James Foley, que trabaja para el portal de noticias 'Global Post' y estuvo detenido allí en abril, ha destacado que ésta fue "una de las revoluciones verdaderamente televisadas".

REDES SOCIALES

Los fotógrafos y camarógrafos constituyeron cerca del 40 por ciento de los fallecimientos, cerca del doble de la proporción registrada otros años.

El informe indica que ocho periodistas de medios electrónicos murieron por hacer su trabajo durante 2011, incluida la reportera mexicana María Elizabeth Macías Castro, cuyo cadáver decapitado fue hallado junto a una nota que explicaba que la habían matado por difundir noticias en las redes sociales de Internet.

Este asesinato es el primero documentado por el CPJ en el mundo que está directamente relacionado con una labor periodística en redes sociales. Aunque este tipo de casos apenas aparecía en informes anteriores a 2008, desde entonces ha aumentado el número de víctimas que trabajaban en Internet porque también son más los profesionales que difunden noticias a través de este medio.

También hay un gran número de fallecidos que trabajaban como 'freelance' (autónomos), casi un tercio del total, una proporción que duplica a la de años anteriores.

POR PAÍSES

En Pakistán, cinco de las siete víctimas fueron asesinadas, y todos estos casos permanecen sin resolver. El reportero paquistaní Umar Cheema, que fue secuestrado y agredido brutalmente en 2010, ha opinado que "la solución es sencilla y, al mismo tiempo, muy difícil" y consiste en "llevar a los culpables ante la Justicia".

En Libia e Irak murieron el mismo número de periodistas, cinco, lo que demuestra, según el CPJ, lo "arraigada" que está la violencia en ese segundo país.

En México, la organización documentó tres fallecimientos y está investigando otros cuatro. Además, al menos dos reporteros han desaparecido este año en ese país, lo que eleva a once los trabajadores a los que se ha perdido la pista en el último año.

"Las autoridades mexicanas parecen paralizadas en sus esfuerzos por combatir la omnipresente violencia contra la prensa", dice el informe, que recuerda que "el Congreso sigue debatiendo una ley que daría carácter federal a los crímenes contra la libertad de expresión, apartando estos casos de unas autoridades locales corruptas e intimidadas por bandas criminales".

En Afganistán y Somalia, dos países sumidos en sendos conflictos y con altos niveles de violencia contra comunicadores, murieron dos empleados de medios de comunicación en cada uno.

En Bahréin, dos periodistas murieron estando bajo custodia de las autoridades. Aunque el Gobierno ha asegurado que fallecieron por causas naturales, son muchas las voces que apuntan a que la verdadera causa fue el maltrato físico que sufrieron, según el CPJ.

MUERTES EN TÚNEZ Y SIRIA

La organización también registró muertes de comunicadores en Brasil, Nigeria, Tailandia, Perú, República Dominicana, Vietnam, Túnez y Siria. En el caso de estos dos últimos países, se trata de las primeras muertes de las que tiene constancia la CPJ desde que comenzase a recopilar datos hace dos décadas.

El periodista sirio Karim al Afnan, que se vio obligado a exiliarse este año, ha alertado de que en Siria el riesgo de trabajar como periodista, "antes y después de las manifestaciones" contra el régimen iniciadas en marzo, es similar al de trabajar "en un campo minado". El Gobierno de Bashar al Assad "ve al periodista como un rival y lucha contra ellos para sobrevivir".