Actualizado 19/03/2016 09:00

El primer astronauta iberoamericano crea un motor para viajar a Marte en 39 días

ASTRONAUT BORN IN COSTA RICA DEPARTS FOR LAUNCHING PAD.
REUTERS PHOTOGRAPHER / REUTER

   MADRID, 19 Mar. (Notimérica) -

   El ya retirado astronauta costarricense, Franklin Chang, fue el primer iberoamericano de la NASA que viajó al espacio y es uno de los hombres con más misiones espaciales. Su última tarea consiste en crear un motor que lleve naves a Marte en 39 días.

   Chang ha dedicado su vida a la investigación para la propulsión con plasma, el cuarto estado de la materia y que es fundamental para las misiones espaciales de larga distancia. Actualmente está trabajando en un motor de magnetoplasma de impulso variable (VASIMIR, por sus siglas en inglés) para reducir el tiempo de viaje al planeta rojo, que se estima en siete u ocho meses.

   Chang tenía en mente este revolucionario invento "desde que el Nautilus cambiara el paradigma del balance bélico-estratégico marino", según reveló el astronauta a 'BBC Mundo'. El submarino estadounidense fue el primero del mundo en ser propulsado con energía nuclear.

   De esta forma, Chang empezó a considerar la posibilidad de utilizar la energía nuclear para los viajes espaciales. "Empecé a pensar en una alternativa al darme cuenta que la tecnología actual no daba la talla para movernos en esas distancias, al menos en el sistema solar", explica.

   En 2005, Chang se retiró de la NASA, donde se había convertido en un veterano de siete vuelos espaciales, registrando mas de mil horas en el espacio, y se centró en su proyecto, con el que además quiere que Costa Rica sea un país de exploración espacial.

   El innovador motor de Chang funciona de forma similar a un cohete químico tradicional, sin embargo, en lugar de combustible utiliza el plasma para propulsarlo, ya que al ser tan caliente -- está a más de 50.000 grados centígrados -- no existe un material que sea capaz de contenerlo.

   Según el astronauta, este invento facilitaría los viajes espaciales en los que pasan muchos meses hasta llegar a completarlos. "Con la tecnología actual se necesitan entre siete y ocho meses, y eso es un gran problema porque en todo ese tiempo el cuerpo se debilita y la misión se vuelve muy frágil", explicó Chang.

   Además, también se reducirían los efectos de los viajes en los astronautas. "Se sufre una serie de efectos por la ausencia de peso y otros por la radiación, la lluvia de partículas cargadas a las que se exponen los astronautas", aseguró.

   Chang espera poder probar próximamente su motor de plasma en una cámara de vacío de Houston, en Estados Unidos. Una vez probado en el laboratorio, podrá ser enviado al espacio para comprobar su los resultados se repiten allí.