Actualizado 07/02/2018 09:53

El primer caso de violencia sexual en Venezuela llega a la Corte Interamericana de Derechos Humanos

Venezuelan Linda Loaiza Lopez, victim of gender violence in 2001 in Venezuela, s
REUTERS / JUAN CARLOS ULATE
   

   SAN JOSÉ, 7 feb (Reuters/Notimérica) -

   Casi 17 años después de ser abusada y torturada sexualmente durante meses, cuando solo contaba con 18 años de edad, la venezolana Linda Loaiza testificó este martes ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para pedir justicia.

   En un momento en el que el tribunal se encuentra en el centro de varias controversias políticas en la región, Loaiza narró frente al tribunal cómo su calvario comenzó el 27 de marzo del año 2001, cuando recién cumplida la mayoría de edad fue secuestrada, violada y brutalmente agredida durante cuatro meses.

   Asimismo, la mujer ha contado cómo, lejos de terminar después de que consiguiera ser rescatada --pidiendo auxilio por una ventana del lugar donde estaba retenida--, su lucha se ha prolongado durante los años en que ha batallado porque su captor, Luis Carrera, fuera condenado por los tribunales de su país.

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   "Cada día fui sometida a violencia física, sexual y psicológica", dijo a los jueces Loaiza, de ahora 35 años, con la voz rota al rememorar las semanas de cautiverio, amordazada y esposada, golpeada con palos y quemada con cigarrillos mientras su hermana trataba de denunciar su desaparición a la Policía.

   Tras escapar, pasó hospitalizada un año con la mandíbula y las costillas fracturadas y tuvo que ser operada hasta en 15 ocasiones para reconstruir su rostro, sus oídos y sus genitales, tal y como detalló a la 'Agencia Anadolu' el director para la región Andina, el Caribe y Norteamérica del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), Francisco Quintana, que representa a esta joven ante las instancias internacionales.

   Peritos que declararon en la audiencia compararon las lesiones sufridas con las de un accidente de tráfico.

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   Su agresor, hijo de un influyente rector universitario, fue absuelto en un primer juicio y finalmente condenado en 2006 a seis años y un mes de cárcel por privación de libertad y lesiones, pero fue declarado inocente de violación y tortura. Además, este obtuvo la libertad anticipada y cumplió la pena por al menos dos o tres años, estando en este momento en paradero desconocido, recoge 'El Espectador'.

   "(Pido) que el Estado venezolano sea declarado responsable por violación, tortura (...) por todas las violaciones de derechos humanos que sufrí y que siguen sufriendo las mujeres en Venezuela", indicaba Loaiza, quien ha tenido que pasar por más de medio centenar de jueces, hacer 13 días de huelga de hambre y licenciarse en Derecho para impulsar el proceso en su país.

   Su icónica lucha ha hecho historia como el primer caso venezolano de violencia sexual que llega a la Corte, con sede en San José (Costa Rica), y también por ser unos de los últimos tras la renuncia del Gobierno de Nicolás Maduro a la Justicia regional en 2013, acusándola de estar intervenida por Estados Unidos.

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   Loaiza, que tuvo que recurrir hace diez años al sistema interamericano para luchar contra un proceso judicial viciado, una investigación policial deficiente y una sentencia injusta, defiende la importancia de la Corte por encima de los intereses políticos.

   "Esto sigue ocurriendo y las mujeres en Venezuela están desamparadas", dijo la ahora activista tras una agotadora audiencia que se prolongó hasta la noche. "(La Corte) es nuestra última esperanza de alcanzar justicia. En los derechos humanos no debemos retroceder. Renunciar es lanzarlo todo a la basura", agregó.