Actualizado 09/03/2016 19:25

¿Quién fue Sergio Arellano, el líder de la 'Caravana de la Muerte'?

  El General Chileno Sergio Arellano Star,
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   BUENOS AIRES, 9 Mar. (Notimérica) -

   El general chileno Sergio Arellano Star, el líder de la denominada 'Caravana de la Muerte' que recorrió Chile tras el golpe de Estado en 1973, ha fallecido este miércoles a los 94 años de edad, aquejado por una demencia que le hizo olvidar los horribles crímenes que se le imputaron.

   Arellano Stark fue designado como 'delegado de la Junta Militar de Gobierno', cargo con el que recorrió el país visitando los centros de detención en los que se encontraban los prisioneros políticos. La mortífera comitiva recorrió las ciudades de Antofagasta, Calama, Copiapó, La Serena, Linares, Cauquenes y Valdivia, donde habría acabado con la vida de 75 personas.

   El exmilitar, que ha fallecido en la casa de retiro donde estaba internado, fue condenado en 2008 a 6 años de cárcel por el homicidio de cuatro personas en el conocido como 'episodio San Javier'. Sin embargo, a finales de ese mismo año el Servicio Médico Legal determinó que Arellano sufría de demencia como consecuencia del Alzheimer y finalmente, en diciembre de 2015, la Corte Suprema sobreseyó las causas en su contra por este hecho.

MILITAR CLAVE EN EL GOLPE

   Arellano fue uno de los principales instigadores del golpe de Estado en Chile el 11 de septiembre de 1973, que estuvo encabezado por el general Augusto Pinochet y que inauguró uno de los períodos más crueles y terribles de la historia chilena.

   Nació en 1920 y formó como oficial de Infantería. Entre 1964 y 1965,realizó el Curso de Estado Mayor en la Escuela de Comando y Estado Mayor de Fort Leavenworth, Kansas, en Estados Unidos.

   Arellano también fue edecán militar del presidente Eduardo Frei Montalva y a finales de los 60 se marchó a España como agregado militar durante la dictadura franquista.

   Ya en 1972, siendo comandante de la Guarnición de Valparaíso se reunía con almirantes con fines conspirativos. El general fue uno de los principales organizadores de las reuniones secretas que mantuvieron varios oficiales y civiles golpistas, desde julio de 1973, en una casa en el barrio de Lo Curro de Santiago.

   El 10 de septiembre, Arellano Stark informó a todos los jefes y oficiales del Cuartel de Telecomunicaciones de Peñalolén que al día siguiente se realizaría el golpe y después se reunió con los comandantes de la Guarnición de Santiago en su oficina del Ministerio de Defensa, y les informó lo mismo.

   Arellano Stark se instaló tras el golpe en el Ministerio de Defensa. En esas dependencias, recibió el informe del peritaje sobre la muerte del presidente Salvador Allende.

   Como delegado especial del comandante en jefe del Ejército recorrió el país, de sur a norte, encabezando la 'Caravana de la Muerte' y dejando tras de sí a 75 personas ejecutadas o desaparecidas.

   Cuando llegó a Santiago de Chile, en octubre de 1973, fue promovido a general de División y comandante de la II División del Ejército. Como tal, le correspondió el cargo de Juez Militar de toda la zona.

   Después del golpe, tanto Pinochet y Arellano se consolidaron como los más duros para destruir a la izquierda y asentar el éxito del régimen. Por su carácter severo y arrasador, Arellano se había ganado el apodo de 'lobo feroz' entre sus compañeros.

   Pinochet sabía que Arellano había sido una pieza fundamental e implacable para gestar la acción militar del 11 de septiembre y había sido testigo de que el presidente Allende lo quería fuera del alto mando "por golpista y sedicioso".

   Sobre el carácter duro e inflexible de Arellano, Marcelo Moren Brito, integrante de la 'Caravana de la Muerte' y luego uno de los jefes de la desaparecida Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), en una declaración judicial realizada ante el Ministro Juan Guzmán señaló: "Era un militar duro, inflexible, de gran prestigio, y su palabra era ley...".

   En marzo de 1975, Arellano fue ascendido a la Jefatura del Estado Mayor del Ejército y se retiró de manera voluntaria el 4 de enero de 1976. Ciertas informaciones indican que hubo roces con el coronel director de la DINA, Manuel Contreras, y con el general Pinochet. Según su hijo Sergio Arellano Iturriaga, su padre habría criticado los desmanes de la DINA y Pinochet le habría ofrecido una Embajada, algo que Avellano habría rechazado.

   A finales de 1977 se transformó en copropietario de la empresa Fanaloza y de la actividad empresarial pasó a la bancaria. En 1981, se convirtió en asesor administrativo de la Gerencia General del Banco Hipotecario de Fomento.

   Arellano figura en la lista de alrededor de sesenta personas, con orden de detención internacional emitida en 1999 por el juez español Baltasar Garzón, que fueron requeridos por los tribunales españoles por su autoría en crímenes de genocidio.