MADRID, 7 Jul. (Notimérica/EP) -
Las crecidas del río Uruguay debido a las fuertes lluvias arrojan nuevas estadísticas sobre el número de familias desplazadas. El río que nace en la sierra Geral ha crecido en algunas zonas hasta los 13.6 metros, provocando que sean ya 840 las familias evacuadas a causa de las aguas.
Sin embargo, el Gobierno uruguayo estima que en esta ocasión no se ha llegado a los extremos de 2009 cuando más de 1200 familias tuvieron que trasladarse, si bien esta vez muchas ya no estaban viviendo en las zonas de mayor riesgo.
Según la Junta Municipal de Defensa Civil, 673 de las familias trasladadas se encuentran refugiadas en la Red de Centros de Evacuados mientras que, las otras 167 se movilizaron por cuenta propia, publica Infobae.
En Salto Grande las compuertas del embalse "liberan un promedio de 24.000 metros cúbicos de agua por segundo", tras recibir el cauce de las "precipitaciones que afectaron a ciudades del noreste entrerriano, como Federación, donde cayeron más de 100 milímetros" afirma el área de Hidrología de la Comisión Técnica Mixta.
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LAS ZONAS AFECTADAS
En según qué zonas la evolución del río es variable. En Concordia ha alcanzado ayer los 13,60 metros de altura, 15 centímetros más que el pasado día y continua la alarma para evacuación.
En Concepción preventivamente se han evacuado más de 50 familias. Allí el río ha registrado hoy una altura de 6.16 metros, 0.20 metros más que el día anterior.
La zona del puerto de Colón marcó 7.97 metros, registrando 7 centímetros más de un día para otro e instaurándose por tanto el estado de alarma también aquí.
En el Puerto de Bella Unión la crecida subió a 8.85 metros, superando los 6.5 metros de la cota de seguridad, mientras que en Salto, la altura del río Uruguay aumentó a 14 metros, dos por encima de la cota.
En Paysandú la altura del río Uruguay subió a 6.89 metros. La cota de seguridad es de 5,5 metros. Allí crece a razón de entre 4 y 5 centímetros por hora y amenaza con taparlo todo, informa 'El País' de Uruguay.
El fenómeno que empezó afectando a Brasil y Paraguay, continúa semanas después haciendo estragos en el país vecino. Los pronósticos no son favorables, y en muchas zonas lo que se trata ahora, es de llevar a cabo la evacuación en seco para evitar perder los bienes materiales.