Actualizado 05/06/2018 08:34

¿Sabes cuál es la única forma de salir con vida de la Mara Salvatrucha?

Mara Salvatrucha
JOSE CABEZAS - Archivo

   MADRID, 4 Jun. (Notimérica) 

   Asesinato, extorsión, tráfico de drogas y de personas, control territorial y protección, en medio de una estética de cuerpos tatuados, pertenencia hasta la muerte, cultura carcelaria y el calor agobiante de Centroamérica.

   Así es el día a día de la Mara Salvatrucha, mejor conocida como la MS-13, una de las temibles organizaciones criminales distribuidas principalmente en El Salvador, Guatemala y Honduras, pero cuyas ramificaciones se han extendido en toda Iberoamérica y los Estados Unidos, dejando un rastro incalculable de muertes.

   ¿Es posible salir vivo de una de las pandillas más grandes del mundo? La respuesta es sí; y así lo demostró 'Satán', el seudónimo de Ernesto Deras, un exintegrante de la Mara Salvatrucha que logró dejar atrás su vida de delincuente abrazando a la Iglesia evangélica.

   Volverse miembro activo de una comunidad religiosa "sigue siendo casi la única forma en la que alguien puede salir vivo de la abominable pandilla Mara Salvatrucha", asegura el codirector de la organización periodística InSight Crime Steven Dudley, en un artículo publicado en 'The New York Times'.

   Del mismo modo, este especialista indica que "otros expandilleros narran historias similares". A pesar de que no existen cifras oficiales de cuántos integrantes de la MS-13 han dejado el crimen organizado para unirse a la iglesia, un estudio de la Universidad Internacional de Florida hecho con unos 1.200 pandilleros en cárceles de El Salvador, reveló que el 58% de ellos dijeron que la iglesia es "la organización más adecuada para dirigir programas de rehabilitación".

   Dudley explica como los pandilleros son capaces de rehabilitarse a través de una congregación religiosa: "Tanto la iglesia como la pandilla son organizaciones sociales muy unidas; son lugares donde la gente encuentra una familia alternativa que requiere compromisos tanto emocionales como de tiempo".

   A su vez, el experto asegura que en la iglesia estos criminales encuentran empleos y contactos laborales, servicios informales de guardería y acceso a servicios de salud. Además, las comunidades religiosas "monopolizan el tiempo de sus miembros".