SAN SALVADOR, 4 Ene. (EP/AP) -
Cerca de 60 reclusos se unieron a los trabajos de desescombro y a la construcción de viviendas temporales en un poblado del oeste del país que fue golpeado en diciembre por un enjambre sísmico que no dejó víctimas.
"Su ayuda es parte del proceso de rehabilitación y reinserción", dijo el miércoles a AP el portavoz de la Dirección de Centros Penales, Alberto Uribe.
Los reclusos se unieron a los soldados del ejército, autoridades de emergencia y pobladores de la localidad de San Lorenzo, a unos 100 kilómetros al noroeste de San Salvador.
San Lorenzo, junto a Turín, Atiquizaya y Juayúa soportaron a finales de diciembre unos 950 sismos que destruyeron o agrietaron unas 1.500 viviendas de adobe.
El presidente Tony Saca decretó estado de emergencia, que comprende la entrega de más de 5,5 millones de dólares (4,18 millones de euros) "para atender las necesidades inmediatas" y financiar acciones a corto plazo.
El decreto comprende además la ayuda a los pobladores en la demolición de viviendas de adobe destruidas y agrietadas, el desescombro y la construcción de las viviendas temporales. Las viviendas permanentes serán construidas en febrero.
Los temblores que aún continúan, pero con menor frecuencia, tienen su origen en la activación de fallas geológicas, según las autoridades.
Los reclusos, que pertenecen a varios centros penales del país, ayudarán, mientras se mantenga la etapa de reconstrucción, según anunció Uribe.