En el interior de la funeraria se velaba el cuerpo de un líder pandillero que fue abatido por la Policía el sábado
SAN SALVADOR, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
La autoridades policiales de El Salvador detuvieron a 176 pandilleros que se encontraban en una funeraria en una operación que ha sido calificada de 'megarredada' y que colapsó las instalaciones de la delegación policial por falta de espacio para acogerlos.
La captura se produjo tanto en el interior como en las inmediaciones de una funeraria de San Salvador donde se velaban los restos de un líder de una pandilla, que fue abatido el pasado domingo por agentes de la Policía Nacional en un tiroteo en el municipio de Cuscatancingo.
Según la prensa local, las detenciones son el resultado de una investigación tras cuatro ataques contra la Policía Nacional en sólo dos días, los cuales habrían sido cometidos por pandilleros seguidores de Rigoberto del Tránsito Mejía Regalado, tras su muerte.
La Policía justificó estas detenciones porque se produjo un ataque con arma de fuego contra agentes policiales que patrullaban en un vehículo en las proximidades de la funeraria. En ese tiroteo los pandilleros asesinaron a un policía e hirieron a otros dos efectivos.
Los agentes persiguieron a los atacantes, los cuales se refugiaron en el interior de la funeraria. Una vez allí, los presuntos pandilleros bloquearon la entrada e impidieron el acceso a los policías, según diversas fuentes.
A continuación, unos 80 agentes de distintos cuerpos de las Fuerzas de Seguridad de El Salvador detuvieron a 176 presuntos pandilleros, entre los que figuran 45 menores de edad.