Actualizado 10/12/2007 15:19

El Salvador.- Jon Cortina recibe a título póstumo el premio Brunet 2007 por su defensa de niños desaparecidos


PAMPLONA, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -

El padre jesuita Jon Cortina, fallecido en 2005, ha recibido el premio Brunet 2007, concedido a título póstumo por la Fundación Jaime Brunet, cuyo patronato está presidido por el rector de la UPNA, Julio Lafuente. Con este galardón se premia, según el fallo del jurado, "el compromiso con la defensa de la población más vulnerable, los niños".

El galardón fue dado a conocer esta mañana, en rueda de prensa, por la secretaria del jurado encargado de elegir al ganador, la estudiante con el expediente más brillante de la UPNA, Marta Fernández Molina.

Fernández dio lectura al fallo del jurado en el que se explica que "Jon Cortina trabajó con el fin de que no se negasen a los niños derechos como el que todo niño tiene a no ser separado de su madre y a vivir bajo el amaparo de sus padres, como reconoce el principio número seis de la Declaración de los Derechos del Niño".

Jon Cortina creó en 1994 la asociación Pro-búsqueda de niños y niñas desaparecidos de El Salvador, como instrumento para encontrar a los niños desparecidos en la guerra de este país centroamericano.

Esta asociación está compuesta por familias salvadoreñas que han sufrido y sufren la desaparición forzada de sus niños y sus niñas a causa de la guerra civil en El Salvador, en el período comprendido entre 1980 y 1991. El premio, dotado con 36.00 euros, se destinará a esta fundación, que aún realiza su labor y en la que participan entidades privadas y públicas.

La candidatura de Cortina fue presentada por la Fundación Alboan y la fundación Paz y Tercer Mundo y fue avalada por 122 instituciones nacionales e internacionales y 914 personas provenientes de los campos de la acción social, la educación, la salud, el derecho y los medios de comunicación. Estos datos hicieron que el vicepresidente del jurado, Alberto Pérez Calvo, calificara el apoyo recibido como "impresionante".

Segun Pérez Calvo, la elección "no fue difícil". En este sentido explicó que recibieron seis candidaturas y se añadieron dos presentadas el año pasado. "La última reunión para decidir el ganador duró sólo media hora", dijo.

"SU MENSAJE MOLESTABA AL PODER"

Jon Cortina formó parte de una generación de jesuitas como Ellacuría, Montes, Sobrino Y Baró "que marcarían la historia de El Salvador", según explicó el miembro del jurado Alberto Pérez Clavo.

El hoy premiado se trasladó a este país en 1955 y, en los primeros años, como ingeniero, trabajó en la construcción de puentes, pozos y carreteras, compatibilizando esta actividad con su trabajo pastoral y de denuncia de violaciones de derechos humanos.

También impartió clases de Ingeniería en la Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas" (UCA). Desde esta universidad, varios profesores, como el propio Cortina, Jon Sobrino e Ignacio ElIacuría, reclamaban justicia para El Salvador y otros pueblos de Centroamérica.

"Su mensaje molestaba a sectores del poder y el 16 de noviembre de 1989", explicó Pérez Calvo. Prueba de ello es que, en 1989, un grupo de 26 militares salvadoreños entró en la UCA y asesinó a seis jesuitas -el Padre Ellacuría entre ellos-, a una empleada y a la hija de ésta. Dos de los jesuitas del grupo sobrevivieron por no encontrarse en la universidad: Jon Sobrino, que se hallaba en Asia, y Jon Cortina en otra localidad salvadoreña.

"El asesinato de sus compañeros no hizo que el Padre Jon Cortina abandonar el trabajo a favor de los Derechos Humanos. Todo lo contrario", aclaró. En 1994 fundó la Avocación Pro Búsqueda de Niños y Niñas Desaparecidos de El Salvador.