Publicado 29/04/2016 13:44

El secuestro en Colombia, una lacra de más de medio siglo que se niega a desaparecer

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COLPRENSA

   BOGOTÁ, 29 Abr. (Colprensa/Notimérica) -

   Colombia ha luchado contra el flagelo del secuestro desde la década de los 60 del siglo pasado. En los últimos años, los diálogos del Gobierno Nacional con las guerrillas que más han influido en el conflicto armado abrieron la esperanza de que el delito no volviera a ocurrir. Sin embargo, esta problemática sigue latente.

   Prueba de ello es lo ocurrido este jueves, cuando se conoció que la liberación del exgobernador de Chocó, Patrocinio Sánchez Montes de Oca, por parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN), no fue un gesto humanitario ante el inicio de los diálogos de paz, sino un cambio por el hermano del secuestrado debido a problemas de salud.

   Fue el mismo político quien confirmó a 'Blu Radio' que su hermano se encuentra privado de la libertad por el ELN desde el pasado 3 de abril.

   Frente a esto, el defensor del Pueblo, Alfonso Cajiao, confirmó que se trató de un cambio y le exigió al ELN la liberación. Asimismo, aseguró que esta entidad no tiene registro de cuántas personas secuestradas están en manos del grupo armado.

   Según datos del Ministerio de Defensa, entre enero y febrero de 2016 se han presentado 14 casos de secuestros. El año pasado esta cifra llegó hasta las 210 víctimas.

   Ante estos datos, expertos como el profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario Germán Sahiv, aseguró que "el Gobierno no tiene conocimiento de quién está o no secuestrado y esto les permite a los grupos jugar con la opinión diciendo que no hay secuestrados".

   El caso del exgobernador y su hermano parece ser la punta del iceberg. Otro ejemplo de que esta problemática está latente es el del empresario Octavio Figueroa, quien fue privado de su libertad el pasado 16 de marzo, cuando se dirigía hacia Barrancas (La Guajira). Por el momento, se desconoce su paradero y sus captores aún no han pedido recompensa económica a la familia.

   Al igual que en el evento mencionado, tampoco se sabe quiénes fueron los autores del secuestro de la joven Melissa Trillos, raptada a los 25 años de edad el pasado 20 de abril.

   "El secuestro es un fenómeno condenable; pero aunque se ha politizado, no es menos doloroso", aseguró el profesor de la Universidad Nacional Victor Currea, quien también hizo énfasis en que dentro de la crisis humanitaria que pasa Colombia se deben discutir todos los temas que abarca, como la desaparición forzada y el desplazamiento.

IMPEDIMENTO PARA DIÁLOGOS CON EL ELN

   Por parte del Gobierno, el presidente Juan Manuel Santos ha reiterado en varias ocasiones que no se iniciarán los diálogos formales con el ELN mientras la guerrilla no libere a todos los secuestrados.

   En diálogo con 'Blu Radio', esta postura fue ratificada por el ministro de Interior, Juan Fernando Cristo. "No habrá la primera ronda de negociaciones en esta etapa formal que anunció el presidente mientras el ELN no haya liberado hasta el último secuestrado que tiene en su poder", sentenció.

   La privación de la libertad no es un aspecto que solo afecte a los diálogos de paz que el Gobierno tiene con la ELN y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Según Sahiv, la credibilidad damnifica la seguridad ciudadana, especialmente en las provincias, ya que la población no puede realizar su vida cotidiana por miedo a ser victima.

   El profesor de la Universidad del Rosario agregó que "los mercados locales y el desarrollo propio de la economía se ven afectados". Además, "complica el control territorial del Estado".

   Así como se puede romper ese control, Sahiv manifestó que la credibilidad de la gente en los intentos de paz del Gobierno es el mayor desafío, "porque entre más sigan delinquiendo, será la legitimidad de los ciudadanos la que refleje, por el plebiscito u otra herramienta, el éxito del proceso".

SU PRINCIPAL FOCO: LAS PROVINCIAS

   No obstante, a pesar de esta lacra, el experto considera que, en general, el secuestro ha disminuido. Más concretamente, el de tipo político "casi ha desaparecido" y el extorsivo ha bajado su fuerza.

   Esta situación, según Sahiv, es diferente en las provincias, donde se desconoce si el Gobierno manipula las encuestas. "La diferencia es que allí ahora lo hacen las bandas criminales y no los grupos insurgentes", aseguró.

   En cuanto a las posibles soluciones, Currea manifestó que se podría proponer una tregua bilateral o multilateral, de tal manera que se fortalezcan los intentos de paz.

   Esto podría darse, únicamente, bajo una condición "fundamental"; que "los actores armados ayuden a legitimar los procesos y esto se dé de cara a la sociedad; porque los crímenes de guerra, sean cuales sean, no contribuyen a la paz", sentenció.