BOGOTÁ, 19 Feb. (Notimérica) -
El pasado miércoles se descubrieron restos de al menos 100 personas que habrían sido descuartizadas en la cárcel de La Modelo de Bogotá entre los años 1999 y 2001. Ahora, testigos de esos descuartizamientos han relatado los procedimientos que se llevaban a cabo en la prisión bogotana.
Desde hace varios meses, un grupo especial de investigadores adelanta las indagaciones para establecer las versiones de algunos paramilitares.
En este sentido, 'Caracol Radio' tuvo acceso a varias declaraciones de paramilitares que fueron testigos de los descuartizamientos en la cárcel de la capital colombiana.
Testigos indican que el Inpec tenía un contrato en el año 2001 con el propietario de una empresa porcina en Soacha. El dueño compraba los restos de la comida de a cárcel para alimentar a los animales, y en una oportunidad se encontró a un cerco "jugando" con una mano.
"Me acuerdo que salió por las noticias, el Inpec tenía un contrato con un señor de Soacha de unas marraneras y allá un marrano como que estaba jugando con una mano ahí mismo llamó a la prensa", indicó un testigo según recoge 'Caracol'.
Por otro lado, el exparamilitar cuenta sin tapujos las modalidades que utilizaban en La Modelo para asesinar y hacer desaparecer a las víctimas. "Primero le metían corriente a la gente y el que no moría en los tanques de la corriente, lo sacaba y lo desaparecían canecas de agua masa, los picaban, los ahorcaban, a cuchillo, pero con arma de fuego solo a los duros".
Los asesinatos dentro de la cárcel ocurrían por ajustes de cuentas. Según otro testigo, las víctimas eran citadas bajo engaños en la cárcel y allí los hacían desaparecer por orden de jefes paramilitares.
Dentro de La Modelo, existía un sicario que se convirtió en el verdugo de las personas marcadas por los jefes paramilitares. El verdugo destrozaba los cuerpos con un martillo gigante que luego eran arrojados a los conductos del drenaje.
La prisión alberga a narcotraficantes, miembros de las guerrillas izquierdistas, paramilitares de ultraderecha y delincuentes comunes. La cárcel La Modelo, una de las más importantes del país, ubicada en el centro de la capital colombiana y con un alto nivel de hacinamiento.