Publicado 13/07/2015 14:56

Trabajadores latinos de Trump, decepcionados tras sus declaraciones

   NUEVA YORK, 13 Jul. (Reuters/Notimérica) -

   Desde la parada de autobús más cercana, los trabajadores recorren más de un kilómetro de acera descuidada y agrietada antes de llegar al Trump Golf Links en Ferry Point Park en el Bronx, un lugar con campos impecables, trampas de arenas y amplias vistas de los rascacielos de Manhattan.

   Mientras decenas de jugadores de golf, en su mayoría hombres caucásicos que visten pantalones caqui y polos, golpean pelotas por todo el campo, los trabajadores limpian los pequeños carros y cortan el césped. Ellos mantienen el club limpio y seguro.

   Al igual que Andris García, un guardia de seguridad de 22 años, muchos son latinos, inmigrantes o descendientes de inmigrantes. Trabajan para Donald Trump y se sienten ofendidos por los comentarios sobre la inmigración del candidato republicano a la presidencia.

   "Está mal lo que ha dicho sobre los mexicanos porque vinieron aquí para hacer un trabajo decente, como todo el mundo", dijo García, quien tiene raíces dominicanas. "Que sean mexicanos no significa que vengan aquí para vender drogas o matar a la gente", agregó.

   Desde el anuncio de su candidatura a la nominación republicana el mes pasado, Trump se ha enfrentado a la furia de latinoamericanos y a la cancelación de importantes acuerdos de negocios, tras acusar a México de enviar "violadores y otros criminales" a Estados Unidos.

   Activistas inmigrantes han organizado protestas contra Trump en Los Ángeles y Washington. Empresas como NBC y la minorista Macy Inc. han recortado los lazos con él. La Administración de Aviación Federal de Estados Unidos anunció que cambiaría el nombre de las balizas de navegación conocidas como Trump.

   Los comentarios de Trump han sido desconcertantes y dolorosos para los empleados latinos de sus negocios, que se extienden desde resorts, a concursos de belleza y campos de golf, incluyendo Ferry Point.

   "Yo no soy un asesino, no soy un traficante de drogas", dijo un joven de 17 años de edad, anfitrión de Ferry Point y de origen puertorriqueño y dominicano, que pidió no ser identificado. "Soy un estudiante a punto de ir a la universidad y tener una carrera exitosa", afirmó.

   El empleado dijo que algunos de sus compañeros de trabajo latinos, inmigrantes mexicanos particularmente, estaban molestos por los comentarios de Trump, pero no se plantean dejar su trabajo por ellos. "Somos muy trabajadores", dijo. "Trabajamos para demostrar que no somos lo que dicen que somos".

   Ron Lieberman, vicepresidente ejecutivo de Administración y Desarrollo de la Organización Trump, dijo que los empleados de Ferry Point parecen contentos y no se han quejado de las declaraciones de Trump, que hacían referencia a los controles fronterizos y no a la cultura.

   El campo Ferry Point está entre los 17 operados por Trump, incluyendo el Trump International Golf Links en Aberdeen, Escocia, y el Trump National Golf Club en Los Ángeles, donde se realizaría el Grand Slam de Golf 2015 en octubre. La PGA de Estados Unidos planea trasladar ese evento debido a la controversia en torno a los comentarios de Trump.

   "Quedé absolutamente horrorizado por que dijera algo así de la comunidad mexicana", dijo el bloguero puertorriqueño Ed García Conde y agregó que era injusto que Trump se beneficie de un negocio como el de Ferry Point, que se ubica en el Bronx, un barrio habitado por una extensa comunidad de latinos. El bloguero ha puesto en marcha una petición online, que ya ha sido firmada por más de 6.000 personas, para solicitar a la ciudad que anule su contrato con Trump en relación a los campos de golf. El alcalde Bill de Blasio ha dicho que revisaría el contrato.

   El lunes, Trump emitió un comunicado de tres páginas reforzando sus comentarios, pero añadiendo que Estados Unidos se beneficia de los residentes legales mexicanos. "Estoy orgulloso de decir que conozco a muchos buenos trabajadores mexicanos, muchos de ellos trabajan conmigo y para mí", dijo.

   Los hispanos constituyen más de una cuarta parte de los trabajadores de Ferry Point. Algunos dijeron que prefieren no mezclar la política con su salario.

   De esta forma, las palabras de Donald Trump siguen dando de qué hablar, y ya han tenido consecuencias económicas, reacciones por parte de medios y artistas, y por los ciudadanos latinos residentes en EEUU, quienes ya han tomado medidas en contra del candidato republicano.