BOGOTÁ, 7 Nov. (Notimérica) -
Las enfermedades gastrointestinales provocan un deterioro significativo en la salud de las personas que las padecen, llevándolas casi a la muerte.
Estas patologías tienen su origen en una alteración en la flora intestinal siendo causante de otros males como la obesidad, la diabetes, la aterosclerosis, el síndrome de fatiga crónica e incluso problemas neurológicos como la esclerosis múltiple.
Para hacer frente a estos trastornos, se está probando un nuevo y sorprendente tratamiento. Se trata del 'Transplante de Microbiota Fecal', que consiste en heces de un donante que después se introducen en el paciente.
Pero además, hay estudios clínicos evaluando el trasplante fecal como posible terapia para combatir también la obesidad y las alteraciones metabólicas.
La doctora María Vázquez Roque, profesora asistente en gastroenterología y hepatología de la Clínica Mayo de Jacksonville, Florida, explica que el trasplante de microbia fecal consiste en insertar heces de una persona sana en una persona enferma, para curar una determinada enfermedad.
"La meta es reconstituir la homeostasis microbiana normal del intestino y romper el ciclo de agentes antibióticos que alteran el microbioma. No es que se trate de algo nuevo", afirma la experta, que destaca que ya en el Siglo IV, en China, el médico Ge Hong describió soluciones fecales para el tratamiento de la intoxicación alimentaria y la diarrea severa, mientras que en la dinastía Ming, del siglo XXI, Li Shi Zhen utilizó solución fecal a la que denominó "sopa amarilla", para el tratamiento de las enfermedades abdominales "con diarrea severa, fiebre, dolor y vómitos".
Hasta el momento los resultados obtenidos, según un estudio realizado a 43 pacientes que tenían la bacteria, publicado en el año 2013 en The New England Journal of Medicin, arroja que se les dividió en tres grupos: Al primero se le administró Vancomicina; al segundo se le trató con Vancomicina y un lavado intestinal; y al tercero se le hizo un trasplante de microbiota fecal.
Del grupo que sólo recibió el antibiótico, un 30,8 por ciento registró cura sin recaída. El grupo al que se le agregó un lavado de intestinos reflejó sólo un 23,1 por ciento de cura sin recurrencia. En cambio, el 93,8 por ciento de los pacientes que recibieron el trasplante lograron mejorarse y no registraron recaída tras seguimiento.
¿CÓMO SE REALIZA EL PROCEDIMIENTO?
De acuerdo con la doctora Vázquez, "en un recipiente se recoge una muestra fresca de heces del donante a temperatura ambiente, seis horas antes del inicio del trasplante. Esta se procesa en la unidad de endoscopia para su procesamiento".
El paciente se prepara como para cualquier otra colonoscopia. A través del ano se introduce el colonoscopio que permite colocar el material fecal en el íleon terminal y en el ciego. Al paciente se le hace un seguimiento telefónico después de 1, 3 y 6 meses.
De acuerdo con la experta, hay un protocolo médico para la selección del donante como también criterios de inclusión y exclusión para el recipiente.
"Se da preferencia como donante a miembros de la familia, los que son sometidos a numerosos exámenes que permiten descartar la presencia de patologías infecciosas como el VIH, los trastornos autoinmunes, el uso de drogas ilícitas y otros múltiples factores que podrían poner en riesgo la salud del paciente", indica.
ENFERMEDADES QUE SE PUEDEN CURAR CON EL TRATAMIENTO
A nivel internacional se han desarrollado diferentes estudios que permiten aplicar el tratamiento para tratar enfermedades asociadas con todo el tema intestinal, según Vázquez, se probó en 3 casos que presentaban estreñimiento o constipación crónica (CC).
Un mes después, todos los pacientes tenían movimientos intestinales diarios. También tres personas con esclerosis múltiple que tenían CC, evidenciaron reversión de los síntomas neurológicos luego de un seguimiento de 2 a 15 años. Hasta el momento, no existen más estudios que evalúen el papel del trasplante en esta enfermedad.
Hay un caso reportado con la enfermedad conocida como púrpura trombocitopénica idiopática, que afecta a las plaquetas. Se trató a una mujer de 39 años de edad que padecía de colitis ulcerosa y púrpura trombocitopénica.
Antes del trasplante fecal el número de plaquetas era de 96.180 y meses después del trasplante el recuento plaquetario fue de 190.000, es decir, en límites normales. A su vez, hubo una marcada reducción de los síntomas de colitis ulcerosa.
En la actualidad, hay estudios clínicos evaluando el trasplante fecal como posible terapia en casos de: síndrome de intestino irritable, enfermedad inflamatoria intestinal y también para la obesidad y las alteraciones metabólicas.
También se está probando la posibilidad de hacer este mismo tratamiento pero con cápsulas de heces químicamente manipuladas, a esto se le denomina, trasplante de microbiota fecal modificado.
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