Actualizado 21/03/2015 13:36

El tren más extremo del mundo: un viaje entre volcanes

Tren ecuatoriano
Foto: WIKIPEDIA
  

QUITO, 21 Mar. (Notimérica) -

   Entre la costa del Pacífico y las cumbres nevadas de los Andes, entre Quito y Guayaquil por medio de la geografía ecuatoriana, atraviesa el 'tren crucero', un ferrocarril con historia que recorre la llamada 'mitad del mundo'.

   Con ascensos a 3.600 metros y descensos al nivel del mar, el recorrido te invita a descubrir las maravillas naturales que esconde este país, desde volcanes, lagos, ríos o montañas, hasta la peligrosa 'Nariz del Diablo', que conecta los Andes con la costa y que ha hecho que el sistema ferroviario ecuatoriano sea conocido como 'el ferrocarril más extremo del mundo'.

   "Es el demonio vomitando humo", comentaban las lejanas poblaciones indígenas cuando se construyó el convoy a principios del siglo pasado. Había llegado el tren a este remoto lugar, con su estridente sonido y descarga de vapor, donde aquellas comunidades retiradas recibían el avance con miedo y estupor.

   No fue una adquisición fácil, ya que Ecuador -o la tierra de malos caminos, como se le llamaba entonces- presentaba uno de los relieves más complejos del planeta.

   Sin embargo, el general Eloy Alfaro, conocido por sus logros conseguidos como el voto de la mujer, la abolición de la esclavitud o el establecimiento de la educación laica, alcanzó su deseo de conectar la costa con la sierra.

   El tren ecuatoriano, terminado en el año 1908, vuelve a ofrecer hoy en día esta ruta por medio de volcanes, tras varias décadas de abandono en las que había que limitarse a recorrer determinadas rutas cortas.

   Esta nueva experiencia ha sido rebautizada con el nombre de 'tren Crucero', un original ferrocarril ambientado en la época que incluye, no sólo alojamiento en terrenos esparcidos por el recorrido, sino también excursiones y recorridos guiados.

   El pasado y el presente del país con la mayor biodiversidad por metro cuadrado del planeta se mezclan en esta mítica ruta que, con tan sólo un año de funcionamiento, ya ha sido nombrada por la World Travel Market como el mejor producto turístico fuera de Europa.

   ¿Pero qué ofrece realmente esta aventura? Durante cuatro días de trayecto, 450 kilómetros recorren volcanes, parques naturales, montañas, selvas, ríos y civilizaciones escondidas.

   También te adentra en un espacio lleno de mercados artesanales, joyas patrimoniales, museos y una gastronomía auténtica. El 'tren crucero', denominado en su momento como el más extremo del mundo, es reconocido hoy como uno de los ferrocarriles más bonitos del mundo.