Actualizado 21/12/2006 18:48

Uruguay.- Una asociación de familiares de víctimas de la dictadura inicia investigaciones de 70 asesinatos en Uruguay


MONTEVIDEO, 21 Dic. (EP/AP) -

Una asociación de familiares de víctimas de la sedición decidió hoy romper el silencio y comenzar a investigar los asesinatos de civiles, militares y policías a manos de subversivos como los tupamaros, que nunca enfrentaron a la justicia.

Un portavoz del grupo, Andrés Merino, explicó que la asociación se formó el seis de octubre "debido a que los familiares, que habían guardado silencio en procura de la reconciliación, observan como ahora Uruguay vuelve hacia atrás en materia de los derechos humanos", luego que la justicia investiga crímenes cometidos durante la dictadura militar (1973-1985).

Merino dijo que su asociación desea que se investigue lo sucedido antes de la dictadura, "porque si no los derechos humanos son hemipléjicos".

Añadió que en Uruguay "sucedieron hechos de sangre muy graves antes de la dictadura y son violaciones a los derechos humanos".

Los tupamaros comenzaron a accionar hacia comienzos de los sesenta contra Gobiernos democráticos.

Señaló que al respecto hay más de 70 asesinados, "cuyos responsables, en su gran mayoría, no fueron juzgados jamás. La asociación, una vez determine fehacientemente las pruebas surgidas de las investigaciones, no descarta formular denuncias judiciales".

Merino dijo que uno de los casos "emblemáticos" fue el secuestro y asesinato por medio de una inyección letal del peón rural Pascasio Báez un 21 de diciembre de 1971. "Para nosotros fue el primer desaparecido en Uruguay", dijo Merino.

La creación de la asociación ocurre después de que el Gobierno decidió que los 19 de junio, día del natalicio del prócer uruguayo José Artigas, se observe un "Nunca mas" en un paso hacia "la reconciliación".

Merino dijo que "la reconciliación no puede ser de un sólo lado. Ahora se vuelve a mirar atrás y en forma parcial".

El miércoles fue procesado el ex dictador Juan M. Bordaberry imputado de 10 asesinatos de militantes izquierdistas durante la dictadura. Es el segundo proceso en contra de Bordaberry, ya que desde mediados de noviembre está preso por otros cuatro asesinatos, imputado como coautor.