CARACAS, 5 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente venezolano, Hugo Chávez, expresó su preocupación por el escándalo mundial que se generó a raíz de los problemas suscitados con los implantes mamarios de la empresa francesa Poly Implant Prothèse (PIP), y pidió ser "más rigurosos" con la importación de ese tipo de productos estéticos.
El servicio de salud pública venezolano asumirá los costes de la retirada de los implantes mamarios, los cuales fueron fabricados con silicona industrial y presentan una tasa de rotura inusualmente alta, lo que ha llevado a varios países a alertar de sus riesgos.
Tras recibir en el palacio de gobierno a la venezolana Ivian Sarcos, ganadora del Miss Mundo 2011, el mandatario socialista hizo un llamamiento a la población femenina a tomar precauciones y analizar todos los riesgos antes de someterse a operaciones estéticas. "Tenemos que ser más rigurosos y actuar en pro de la protección de nuestro pueblo", dijo.
Chávez aprovechó la coyuntura para criticar duramente los patrones estéticos impuestos supuestamente por el "capitalismo" que provoca "la degeneración de lo que es la salud y la belleza" y presiona a las mujeres, especialmente en ese país, conocido en el mundo por haber ganado importantes certámenes de belleza internacional.
A las mujeres "les meten en la cabeza" que las operaciones estéticas, como el aumento de pecho, "es algo imprescindible para la belleza", pero "eso es parte de la publicidad capitalista", denunció el gobernante socialista, gran crítico de las políticas de Estados Unidos.
"Tú ves que hay padres que les regalan a sus hijas de quince años una operación (de aumento de pecho), uno tiene que respetar eso, pero bueno es un llamado a pensar un poquito más", lamentó Chávez.
Cada año, unas 40.000 mujeres se someten en Venezuela a una cirugía para aumentar el tamaño de sus pechos. El 80 por ciento de las prótesis utilizadas en estas operaciones proceden de Francia, según datos recogidos por el diario local 'El Universal'.