Actualizado 14/07/2011 19:08

El Gobierno asume su responsabilidad en el tráfico de armas en El Rodeo


CARACAS, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Hugo Chávez ha reconocido que funcionarios venezolanos y efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana están detrás del ingreso de armas en El Rodeo I y II, cárcel ubicada a unos 30 kilómetros de Caracas, donde el miércoles se puso fin a casi un mes de violencia que se cobró la vida de un número no determinado de reos.

"Evidentemente ese tema de las armas de fuego es una responsabilidad nuestra y hay que asumirlo con firmeza y sin ningún tipo de temor", ha reconocido el ministro de Interior y Justicia, Tareck El Aissami, en declaraciones a la cadena estatal VTV.

Yoifre Ruíz, alias 'Yoifre', uno de los principales líderes de El Rodeo II, se entregó el miércoles a las autoridades, mientras que Yorvis López, alias 'Oriente', otro de los cabecillas, se fugó durante un operativo que permitió al gobierno rescatar a 831 presos que estuvieron 26 días secuestrados y poner fin a la crisis.

La crisis en El Rodeo I y II ventiló una serie de informaciones en los medios de comunicación venezolanos sobre la realidad que se vive en las cárceles venezolanas especialmente en ese centro penitenciario que albergaba a unos 4.600 reos en condiciones de hacinamiento y precariedad.

Supuestos reclusos colgaron en Internet vídeos y fotografías mostrando las armas de fuego que tenían en su poder y con las que enfrentaban a efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana que intentaron durante 26 días intervenir El Rodeo II.

El Aissami ha admitido que guardias nacionales --encargados de la seguridad externa-- y funcionarios del Ministerio de Interior y Justicia "están involucrados" en el ingreso de armamento dentro del penal. "Esas armas de fuego no las meten los familiares", ha aseverado.

Al menos siete personas han sido detenidas por el tráfico de armas y drogas en esa prisión, entre ellos el director de El Rodeo II, el subdirector de El Rodeo I y un capitán de la Guardia Nacional Bolivariana encargado de la seguridad del recinto. El Aissami ha confirmado que el jefe de El Rodeo I se encuentra prófugo pero tiene orden de captura al igual que una cantidad no precisada de funcionarios implicados en hechos de corrupción.

Para el ministro venezolano "es inconcebible que un funcionario se preste para cometer actos de corrupción, de delitos inclusive, como el tráfico de armas", un problema que va "más allá de las leyes" porque se trata de un "tema de ética y de valores".

Sin embargo, el Aissami ha achacado la mayor responsabilidad de la crisis en El Rodeo a los líderes de las mafias --también llamado "pranes-- que son los que supuestamente tenían en su poder las armas y que además mantuvo secuestrado a un grupo de más de mil reos, quienes fueron liberados progresivamente hasta el miércoles, cuando el Gobierno logró rescatar a los últimos 831.

Algunos medios locales citan fuentes que aseguran que no hubo secuestro y que la acción del miércoles fue una rendición masiva, sin embargo, esta información aún no ha podido ser corroborada oficialmente.

RESULTADO DE LAS REQUISAS

Durante las requisas que se han hecho en El Rodeo se ha encontrado un número no especificado de armas como "fusiles y granadas", pero no ametralladoras ni un botín de millones de bolívares como habían denunciado algunos medios como parte de su estrategia de "manipulación", ha aclarado El Aissami.

Informaciones divulgadas por la prensa durante estas semanas revelaron que los "pranes" tenían en su poder 1,7 millones de bolívares fuertes (unos 273.870 euros) que habrían cobrado por concepto de "causa", un impuesto que deben pagar los reos para evitar ser agredidos y asesinados.

Los líderes tuvieron un ejército de 130 hombres y armamento bélico superior al que portan los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, como el Barret.50, un fusil de alta potencia con aplicaciones especiales y con mira telescópica, según denunció el diario 'Últimas Noticias'. Pero además usaban armas R-15, AK 47, rifles y pistolas nueve milímetros.

El Aissami ha negado estas versiones pero ha reconocido que "dentro de la subcultura penitenciaria" existe la llamada "causa, que es una suerte de extorsión que sufre la población penal producto de las mafias que operan dentro de los penales", no sólo para evitar represalias sino también a cambio de servicios que no garantiza el Estado a los reclusos.

"Son vicios y son realidades que existen y que debemos enfrentar", ha insistido el ministro, al destacar la creación por orden de Chávez del Ministerio para el Sistema Penitenciario como parte del proceso de "humanización del sistema penitenciario" en Venezuela.

"Si alguien conoce el sistema penitenciario es el presidente Chávez que estuvo poco más de dos años presos en (la cárcel de) Yare (después del fallido golpe de Estado de 1992) y conoce el drama que hemos arrastrado durante décadas" con las prisiones venezolanas, ha afirmado.