Actualizado 29/09/2014 22:15

El Gobierno pone en marcha su prometido Plan de Desarme de grupos civiles

CARACAS, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -

   El Gobierno de Venezuela ha puesto en marcha este lunes el Plan de Desarme de los grupos civiles que prometió al calor de las protestas estudiantiles de la pasada primavera y que la oposición le había exigido insistentemente como requisito fundamental para el diálogo político.

   El ministro de Interior, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, ha explicado que la intención del Palacio de Miraflores es que los miembros de estos grupos civiles entreguen sus armas voluntariamente a cambio de becas y herramientas de trabajo, según la agencia de noticias AVN.

   Desde las 7.00 (hora local) funcionarios del Gobierno central han recogido pistolas, revólveres y escopetas, así como cuantiosa munición. "Estamos muy contentos porque empiezan a fluir en todo el territorio personas entregando armas de manera voluntaria y pidiendo su incentivo", ha dicho.

   Rodríguez Torres ha adelantado que el Ejecutivo ampliará hasta 30 el número de becas ofrecidas para estudiar en alguna de las universidades públicas venezolanas, "dada la cantidad de gente que las está pidiendo".

   El ministro ha instado a los venezolanos a "tener fe" porque "éste es el camino correcto para ir construyendo sólidamente la paz". "Vamos cambiando armas por estudio, por futuro, por materiales para el trabajo, por tecnología. Estamos transformando esta realidad", ha valorado.

   A partir de este lunes quedarán instalados 72 centros de recogida de armas en todo el territorio nacional, en los que participarán diversas organizaciones sociales de corte 'chavista'. "Estamos construyendo la paz desde adentro", ha destacado.

   El presidente venezolano, Nicolás Maduro, aprobó el Plan de Desarme el pasado 21 de septiembre, coincidiendo con la celebración del día internacional de la paz, aunque ya lo anunció hace meses en el marco de las protestas antigubernamentales.

   Los disturbios estallaron el 12 de febrero, tras semanas de tensión, entre los opositores y los detractores de Maduro durante una marcha multitudinaria por Caracas. Los enfrentamientos se extendieron rápidamente a otras ciudades, dejando al menos 43 muertos, cientos de heridos y miles de detenidos.

   Gobierno y oposición de acusaron mutuamente de armar a civiles para imponer su política en la calle. El oficialismo se habría servido de los llamados 'colectivos' y la Mesa de Unidad Democrática (MUD) de las 'guarimbas'.