CARACAS, 12 Mar. (Notimérica/EP) -
Opositores y simpatizantes del Gobierno de Nicolás Maduro han vuelto a tomar las calles este miércoles, cuando se cumple un mes del estallido de la ola de violencia que ha dejado más de 50 muertos y que ha profundizado la división de la sociedad venezolana.
Miles de personas se han concentrado en Bello Monte, en Caracas, atendiendo así al llamamiento de la Federación de Centros Universitario de Venezuela (FCU) con el objetivo de llegar hasta la sede de la Defensoría del Pueblo.
El presidente de la Federación de Centros de Estudiantes de la Universidad Simón Bolívar (USB), Daniel Hernández, ha explicado que, si hace un mes marchaban "por la juventud", hoy lo hacen "por los manifestantes muertos".
Hernández ha indicado que el objetivo de esta marcha es llegar hasta la Defensoría del Pueblo para exigir la dimisión de su titular, Gabriela Ramírez, "porque protege al Gobierno y a la tortura", de acuerdo con el diario venezolano 'El Universal'.
La marcha se desarrolla en medio de un fuerte despliegue de seguridad. La Guardia y la Policía Nacional Bolivariana (GNB) han instalado puestos de vigilancia a lo largo del recorrido y han reforzado su presencia en la Avenida Francisco Miranda, una de las principales arterias de Caracas, y el Palacio de Miraflores.
De forma paralela, miles de personas se han reunido en la Plaza Brión del municipio de Chacaito, ubicado también en el área metropolitana de Caracas, para expresar su apoyo al Gobierno de Maduro bajo el lema 'Por la paz y por la vida'.
"Nos movilizamos con nuestra alegría, banderas e ideas, pero con fuerza para garantizar que la calle sea un espacio para reafirmar el respeto a la democracia que hemos construido", ha dicho el ministro de la Juventud, Víctor Clark.
Clark ha reiterado su llamamiento al diálogo, al respeto y a la tolerancia que debe existir en la juventud venezolana". Los estudiantes están para seguir formándose para construir la patria, no para recurrir a la violencia", ha indicado.
CRISIS VENEZOLANA
La crisis política en Venezuela se desató hace un mes, cuando arrancaron las protestas antigubernamentales y la represión de las mismas por parte de las fuerzas de seguridad y de civiles armados, lo que ha dejado al menos 50 muertos y cientos de heridos y detenidos.
Desde entonces, detractores y seguidores del Gobierno han marchado casi a diario para repudiar las acciones del contrario y llamar a un diálogo que aún no se ha producido porque la oposición exige antes la liberación de los detenidos, el desarme de los grupos pro gubernamentales y el fin de la represión.
La inestabilidad de Venezuela ha llevado a sus vecinos regionales a reunirse para buscar una solución. La Organización de Estados Americanos (OEA) se ha limitado a hacer un llamamiento al diálogo, a pesar de que Panamá había solicitado medidas efectivas, lo que ha llevado a Venezuela a romper las relaciones bilaterales.
Está previsto que los ministros de Exteriores de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) se reúnan este miércoles en Santiago de Chile para abordar la crisis venezolana. Se espera un claro respaldo de la región al Gobierno de Maduro.