Actualizado 05/03/2008 17:22

Venezuela.- Secuestran a un empresario gallego en Venezuela cuya familia ve "imposible" recaudar el dinero del rescate

Su hermana asegura que está enfermo y que de no medicarse "va a morir en breve"


LA CORUÑA, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -

La familia del empresario gallego secuestrado el pasado lunes en Caracas (Venezuela) ve "imposible" recaudar los 700 millones de bolívares --unos 215.000 euros-- para el pago del rescate y están "perdiendo la esperanza de recuperarle con vida" porque está enfermo, necesita medicación diaria y de no hacerlo "morirá en breve".

Jesús Ovidio Domínguez Bentín, de 68 años de edad y nacido en la localidad coruñesa de Muxía, fue secuestrado en Caracas a última hora de la tarde del lunes, cuando salía de la pastelería que regenta en el centro de la capital venezolana, la repostería Rois, según explicó hoy a Europa Press su hermana, Maruja Domínguez.

Esa misma noche, su mujer recibió la llamada de los secuestradores en la que les exigieron el pago de un rescate a cambio de la liberación del empresario gallego. Éstos contactaron con la familia en dos ocasiones esa misma noche y permitieron hablar a Domínguez Bentín con su hija para demostrar que se encontraba bien y con vida.

SOSPECHAS.

La hermana del secuestrado explicó que Jesús Ovidio Domínguez llevaba ya un tiempo preocupado y sintiéndose vigilado, por lo que le habían aconsejado que retornara a España al temer que ocurriera este desenlace, pues, según explicaron, son muy habituales este tipo de secuestros a empresarios extranjeros en Venezuela.

No obstante, esperan poder recuperar a su familiar "sano y salvo" aunque lo ven "muy, muy difícil" de no poder conseguir el dinero del rescate. En lo referente al secuestro sólo saben que se lo llevaron en un coche blanco y no se ven capaces de reunir todo el dinero. "Su mujer ha conseguido 150 millones y nosotros estamos intentando vender todo lo que tenemos para ver lo que conseguimos pero veo imposible alcanzar tanto dinero", lamentó.

Además de la evidente preocupación por el secuestro, la familia está "destrozada" porque teme que "conseguir el dinero no sirva para nada" pues el empresario español debe medicarse a diario por haber sido picado el año pasado por un mosquito que le transmitió la enfermedad tropical del Denghe, que le provoca fuertes hemorragias y le baja el nivel de plaquetas, además de sufrir problemas coronarios e hipertensión.

CONTACTOS.

Jesús Ovidio Domínguez emigró a Venezuela con 17 años junto a su padre, lugar en el que se casó con Ruth y tuvo dos hijas, Rosa y Marisol, y dos nietas. La última vez que visitó Muxía fue hace doce años, localidad en la que nació el empresario y viven su hermana y sus dos sobrinas. En Portugal tiene una segunda hermana que está en contacto permanente con los españoles. Todos se encuentran "muy mal" anímicamente porque además hace sólo tres meses falleció la tercera hermana.

La familia cuenta con el apoyo del alcalde de la localidad, Félix Porto, que aseguró a Europa Press haberse puesto ya en contacto con el delegado del Gobierno, Manuel Ameijeiras; y el subdelegado en A Coruña, Manuel Pose Mesura; para pedir su mediación en el secuestro; además de haber puesto a disposición de la familia "todos sus medios y apoyo" para lo que necesiten.

Desde la secretaría de Emigración de la Xunta contactaron hoy a partir de las 14.30 horas (hora española) con el consulado español en Caracas porque tienen claro que "es la diplomacia española en Venezuela la que debe trabajar en colaboración con las autoridades para su liberación"; y además hablaron con la familia para mostrarles toda su "solidaridad y apoyo".

La hermana explicó además que habían hablado con diplomáticos españoles en Venezuela que se habían interesado por saber si el español tenía algún tipo de relación con la política porque, de ser así, los secuestradores "podrían pedir un aumento de la cantidad del rescate".

Este incidente se suma a la oleada de secuestros que se produjeron entre mayo y octubre del año pasado cuando se raptó a cuatro empresarios gallegos, tres en Venezuela y uno en Argentina, que fueron liberados; además del asesinato el lunes de la semana pasada de Manuel Besteiro, tras ser tiroteado y asaltado por dos hombres a la entrada de su negocio de materiales de construcción en Marcacuay (Caracas).