Publicado 22/01/2014 17:03

ACTUALIZA 1-Argentina amenaza con mano dura contra el mercado negro del dólar

(Actualiza con caída del peso)

Por Walter Bianchi

BUENOS AIRES, 22 ene, 22 Ene. (Reuters/EP) -

- El Gobierno argentino anticipó el miércoles que prepara medidas para combatir las operaciones de divisas en el mercado negro, donde el peso no deja de perder valor a diario, añadiendo presión sobre una de las tasas de inflación más altas del mundo.

Pese a las amenazas, la moneda argentina perdía un 1,25 por ciento para tocar la barrera psicológica de 12 unidades por dólar a las 10.30 hora local (1330 GMT), aunque los operadores cambiarios dijeron que realizaban negocios con cautela por temor a represalias.

Aunque no quiso adelantar las acciones específicas que tomará la administración de la presidenta peronista Cristina Fernández contra las cada vez más populares compras de dólares en el mercado paralelo, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dijo que sumará al Poder Judicial a la cruzada.

"Las acciones que va a hacer el Gobierno no las va a divulgar anticipadamente. Nosotros, todo lo que sea de carácter ilegal, vamos a combatirlo con una sola herramienta: la ley", explicó en su conferencia de prensa diaria.

"Y pretendemos sea acompañada no solamente con acciones del Poder Ejecutivo sino también del Poder Judicial, porque efectivamente aquellos quienes efectúan transacciones ilegales tienen que efectivamente estar sometidos a la Constitución y las leyes que reglamentan su ejercicio", dijo.

El mercado negro se convirtió en el único acceso al dólar para los ahorristas argentinos que buscan protegerse de la alta inflación luego de que Fernández impusiera un control de cambios a fines del 2011 para cuidar los escasos dólares que genera la economía.

Este mercado existe desde hace décadas y ha sido tolerado por distintos gobiernos. Meses atrás, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, había dicho que no cometían un delito las decenas de personas que deambulan por las calles del centro de Buenos Aires ofreciendo divisas.

Pese a los rígidos controles cambiarios, el derrumbe de las reservas del Banco Central no se ha detenido y la entidad debe salir a diario a inyectar divisas para mantener funcionando una economía que muestra señales de debilidad por una inflación que rondó el 25 por ciento en el 2013, un tipo de cambio oficial elevado que perjudicó las exportaciones y pobres niveles de inversión extranjera.

El pesimismo de los argentinos sobre el futuro de la economía golpeó la popularidad de Fernández, cuya aprobación tocó el mínimo histórico del 27,4 por ciento, según un sondeo realizado en enero por la consultora Management & Fit.

Las reservas de la entidad, de las que el Gobierno también echa mano para honrar sus deudas en divisas, cerraron el martes a 29.523 millones de dólares, acumulando una caída del 31,8 desde inicios del 2013.

El peso en el mercado negro vale un 73,3 por ciento menos que en el mercado oficial, al que prácticamente sólo acceden empresas para realizar operaciones de comercio exterior.

El Gobierno también restringe las importaciones y encarece con impuestos el uso de tarjetas de crédito en el extranjero en busca de evitar una mayor salida de dólares del país.

El peso en el mercado negro acumula una caída de alrededor del 16 por ciento desde inicios de enero. En la plaza oficial retrocedía un 0,51 por ciento a 6,9200.

Los medios de comunicación locales siguen de cerca la cotización del peso en el mercado negro y hasta canales de televisión han interrumpido sus transmisiones cuando rompe una barrera psicológica, como sucedió la semana pasada al perforar los 11 pesos.

Esto ha irritado al Gobierno, que ha acusado a medios críticos de Fernández de hacerse eco de actividades ilegales.

La cotización del peso en el mercado negro también es seguida de cerca por los agentes económicos, que lo consideran una referencia del valor real de la moneda y lo toman en cuenta a la hora de fijar los precios de bienes y servicios.

El Gobierno ha intentado desincentivar las compras en el mercado negro alentando operaciones de arbitraje que le permiten a las empresas hacerse dólares a una cotización inferior a la paralela.

También aceleró la pérdida de valor del peso en el mercado oficial para intentar cerrar la brecha entre las dos cotizaciones.

Sin embargo, esta estrategia no ha desalentado la demanda de la divisa en la plaza paralela.