Publicado 22/01/2014 19:29

ACTUALIZA 2-Peso argentino se desploma, Gobierno amenaza con mano dura en mercado negro

(Actualiza con caída del peso en mercado interbancario. Cambia redacción.)

Por Walter Bianchi

BUENOS AIRES, 22 ene, 22 Ene. (Reuters/EP) -

- El Gobierno argentino dijo el miércoles que prepara medidas para combatir las operaciones con divisas en el mercado negro, mientras la moneda local continuó derrumbándose, añadiendo presión sobre los precios en un país con una de las tasas de inflación más altas del mundo.

Pese a las amenazas, la moneda argentina perforó su piso psicológico de 12 unidades por dólar en horas del mediodía (1500 GMT) en el mercado paralelo, donde perdía un 1,66 por ciento hasta 12,05.

En el mercado interbancario también cayó por debajo de un nivel técnico, de 7 unidades por dólar, para cerrar con un desplome de un 3,3 por ciento a 7,12 sin que el banco central hiciera nada para evitarlo.

Aunque no quiso adelantar las acciones específicas que tomará la administración de la presidenta peronista Cristina Fernández contra las cada vez más populares compras de dólares en el mercado paralelo, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dijo que sumará al Poder Judicial a la cruzada para combatir las operaciones no registradas.

"Las acciones que va a hacer el Gobierno no las va a divulgar anticipadamente. Nosotros, todo lo que sea de carácter ilegal, vamos a combatirlo con una sola herramienta: la ley", explicó en su conferencia de prensa diaria.

"Y pretendemos sea acompañada no solamente con acciones del Poder Ejecutivo sino también del Poder Judicial, porque efectivamente aquellos quienes efectúan transacciones ilegales tienen que efectivamente estar sometidos a la Constitución y las leyes que reglamentan su ejercicio", dijo.

El mercado negro se convirtió en el único acceso al dólar para los ahorristas argentinos que buscan protegerse de la alta inflación luego de que Fernández impusiera un control de cambios a fines del 2011 para cuidar los escasos dólares que genera la economía.

"Con este tipo de declaraciones (por las de Capitanich)provocan el efecto contrario en el mercado", dijo a Reuters un operador de cambios bajo condición de anonimato.

Este mercado existe desde hace décadas y ha sido tolerado por distintos gobiernos. Meses atrás, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, había dicho que no cometían un delito las decenas de personas que deambulan por las calles del centro de Buenos Aires ofreciendo divisas.

Pese a los rígidos controles cambiarios, el derrumbe de las reservas del Banco Central no se ha detenido y la entidad debe salir a diario a inyectar divisas para mantener funcionando una economía que muestra señales de debilidad por una inflación que rondó el 25 por ciento en el 2013, un tipo de cambio oficial elevado que perjudicó las exportaciones y pobres niveles de inversión extranjera.

El pesimismo de los argentinos sobre el futuro de la economía golpeó la popularidad de Fernández, cuya aprobación tocó el mínimo histórico del 27,4 por ciento, según un sondeo realizado en enero por la consultora Management & Fit.

Las reservas de la entidad monetaria, de las que el Gobierno también echa mano para honrar sus deudas en divisas, cerraron el martes en 29.523 millones de dólares, acumulando una caída del 31,8 desde inicios del 2013.

El peso en el mercado negro vale alrededor de un 70 por ciento menos que en el mercado oficial, al que prácticamente sólo acceden empresas para realizar operaciones de comercio exterior.

El Gobierno también restringe las importaciones y encarece con impuestos el uso de tarjetas de crédito en el extranjero en busca de evitar una mayor salida de dólares del país.

El peso en el mercado negro acumula una caída de alrededor de un 16 por ciento desde inicios de enero; en la plaza oficial retrocedió más del 8 por ciento.

Los medios de comunicación locales siguen de cerca la cotización del peso en el mercado negro y hasta canales de televisión han interrumpido sus transmisiones cuando rompe una barrera psicológica, como sucedió la semana pasada al perforar los 11 pesos.

Esto ha irritado al Gobierno, que ha acusado a medios críticos de Fernández de hacerse eco de actividades ilegales.

La cotización del peso en el mercado negro también es seguida de cerca por los agentes económicos, que lo consideran una referencia del valor real de la moneda y lo toman en cuenta a la hora de fijar los precios de bienes y servicios.

El Gobierno ha intentado desincentivar las compras en el mercado negro alentando operaciones de arbitraje que le permiten a las empresas hacerse dólares a una cotización inferior a la paralela.

También aceleró la pérdida de valor del peso en el mercado oficial para intentar cerrar la brecha entre las dos cotizaciones.

Sin embargo, esta estrategia no ha desalentado la demanda de la divisa en la plaza paralela.