BUENOS AIRES, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Economía de Argentina, Axel Kicillof, ha anunciado que el Gobierno ha pagado a los tenedores de deuda pública que se sumaron a las reestructuraciones, en medio de la incertidumbre sobre la solvencia del país por el fallo que le obliga a satisfacer también a los "fondos buitre".
"En cumplimiento del contrato vigente con los tenedores que se adhirieron voluntariamente al canje de deuda en el período 2005-2010, (Argentina) ha procedido al pago de los servicios de capital e intereses de sus bonos bajo legislación extranjera", ha anunciado en la rueda de prensa que ha ofrecido desde el Palacio de Hacienda.
Kicillof ha indicado que el pago supera los 1.000 millones de dólares" porque incluye el principal y los intereses de la deuda, por un total de 832 millones de dólares, más los vencimientos en pesos argentinos.
El titular de Economía ha aclarado que los destinatarios de este pago son exclusivamente "los bonistas que aceptaron la reestructuración de la deuda", según ha informado la agencia de noticias Télam.
"La ejecución del pago en tiempo y forma implica advertir que los verdaderos dueños de los fondos depositados por Argentina son los tenedores de bonos que se adhirieron voluntariamente al canje", ha subrayado.
Kicillof ha insistido en que "Argentina cumplirá sus obligaciones" de pago de deuda pública porque "acatar una sentencia no puede implicar el incumplimiento de las obligaciones asumidas" con anterioridad.
A pesar de ello, ha denunciado "la parcialidad" del juez federal estadounidense Thomas Griesa. "No cabe la menor duda de la parcialidad del juez en favor de los fondos buitre. Pretende llevar a Argentina a un 'default' (quiebra)", ha afirmado.
Así, ha concluido que, pese a "la cerrada negativa a un diálogo en condiciones justas para el cien por cien de los acreedores", Argentina "pagará para terminar con el artilugio de una decisión absurda, que intenta ponernos de rodillas ante usureros de carácter global".
"FONDOS BUITRE"
Se temía que Argentina no pudiera hacer frente a sus obligaciones crediticias tras el fallo del Tribunal Supremo de Estados Unidos que deja en firme la decisión de tribunales inferiores que le condena a pagar los 1.300 millones de dólares que debe a los bonistas que no se sumaron a la reestructuración.
El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner ha expresado su intención de pagar a todos los acreedores --tanto a los que se adhirieron a las reestructuraciones como a los otros-- pero, para ello, ha pedido al juez que "genere las condiciones adecuadas".
Argentina confía en iniciar una negociación "de buena fe" con los fondos de inversión estadounidenses, a los que denomina "fondos buitre", para llegar a un acuerdo que le permita pagar también a los bonistas que se sumaron a las reestructuraciones de 2005 y 2010.
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