Actualizado 03/07/2015 01:31

ANÁLISIS-Cosecha de soja argentina llegaría a nuevo récord en 2014/15, en detrimento de maíz

* Producción de oleaginosa llegaría a entre 54 y 57 millones de toneladas

* Altos costos limitarían expansión de siembra

* Derrumbe de precios globales, otro problema para agricultores

Por Maximiliano Rizzi

BUENOS AIRES, 9 oct, 9 Oct. (Reuters/EP) -

- La producción de soja en Argentina podría crecer a un récord de entre 54 y 57 millones en la campaña 2014/15 de la mano de un aumento en la superficie cosechada, que se verá favorecida por una merma en el área del maíz, el grano que más compite con la oleaginosa.

La mayor producción en el país sudamericano, el tercer exportador mundial de soja, podría presionar aún más los precios internacionales de la oleaginosa, que se derrumbaron en los últimos meses debido a previsiones de una cosecha récord en Estados Unidos.

"Yo apostaría por un crecimiento del área de soja en esta campaña. Algo de área de maíz se va a traspasar a la soja", dijo Ricardo Baccarin, analista de la consultora Panagrícola.

Los agricultores argentinos cubrirán con la oleaginosa zonas que antes dedicaban al maíz, un cultivo más caro y frágil ante problemas climáticos, lo que resultaría en un área de soja superior a la del ciclo previo, cuando alcanzó un récord de 20 millones de hectáreas, según datos oficiales.

La mayoría de los especialistas de Argentina consultados por Reuters estimaron que la superficie de soja del ciclo 14/15, cuya siembra comenzará en las próximas semanas, crecerá hasta un techo histórico que podría llegar a 20,5 millones de hectáreas.

El representante del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) en Argentina -que es también el principal proveedor internacional de aceite y harina de soja- pronosticó que el área llegará a 21 millones de hectáreas.

Varios expertos también esperan que la soja se vea favorecida por las lluvias abundantes que se han registrado hasta el momento y por la perspectiva de que en los próximos meses se desarrolle un moderado evento climático El Niño, que provocaría precipitaciones favorables durante el verano austral.

PROBLEMAS DE COSTOS

Sin embargo, no todas son buenas noticias para Argentina: expertos consultados por Reuters destacaron que una combinación de precios bajos y altos costos podría complicar el negocio en algunas zonas marginales del país austral.

En medio de una crisis de deuda y una fuerte presión devaluatoria, y golpeados por una de las tasas de inflación más altas del mundo, los productores de Argentina enfrentan serios problemas para financiar la próxima campaña agrícola.

Por ello, muchos apuestan a la soja, un grano que requiere una inversión reducida y cuya exportación es libre, a diferencia del maíz y del trigo.

"Estamos esperando reducciones de área en todos los granos de cosecha gruesa (maíz, sorgo, y girasol), con excepción de la soja", dijo a Reuters Gustavo López, director de la consultora Agritrend.

El experto estima que en el ciclo 2014/15 Argentina sembrará 20,5 millones de hectáreas con la oleaginosa, lo que resultaría en una cosecha de entre 54 y 55 millones de toneladas. En la temporada previa la producción fue de 53 millones de toneladas, según el Ministerio de Agricultura.

El representante del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) en Argentina dijo el martes que la producción de soja del país austral alcanzará 57 millones de toneladas en el ciclo 2014/15.

"La reducción de área prevista en varios de los cultivos alternativos -principalmente maíz y girasol- liberaría lotes que podrían ser ocupados por soja", señaló Esteban Copati, analista jefe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

La producción de maíz de Argentina del ciclo 2014/15 caería hasta un 23 por ciento respecto del ciclo previo, por los bajos precios internacionales, la elevada inflación del país y las restricciones que el Gobierno aplica a su exportación, lo que dejaría campos libres para la oleaginosa.

MENOS GANANCIAS, MÁS INCERTIDUMBRE

No obstante, el incremento de los costos -muchos de ellos, atados al dólar- está erosionando también la rentabilidad de la soja y haría inviable el negocio en algunas zonas del norte del país, donde los agricultores además deben pagar un alto precio por el transporte de la mercadería.

"La rentabilidad de casi todos se ve muy afectada en la medida que te vas alejando de los puertos (exportadores), por el fuerte impacto de los fletes en la ecuación final", afirmó López, de Agritrend.

Un informe elaborado por las entidades agropecuarias CREA, ACSOJA y AAPRESID estima que en la provincia norteña de Salta sería necesario obtener rendimientos un 70 por ciento por encima del nivel histórico para afrontar el costo de cultivar soja en la temporada 2014/15.

"Los márgenes (de ganancia) para la soja se ajustaron con la caída de los precios de mercado y ello no sólo genera incertidumbre, sino que también podría atenuar la expansión de superficie", señaló Copati.

"En la periferia del núcleo productivo, podrían quedar varios lotes fuera del circuito agrícola", agregó.

Ante las turbulencias económicas que atraviesa Argentina, los sojeros están vendiendo el mínimo indispensable de sus reservas del grano para pagar impuestos, costos operativos y préstamos, que se han encarecido desde que el país entró nuevamente en cesación de pagos a finales de julio.

Pero la caída de los precios globales en los últimos meses los dejaron con millones de toneladas de depreciados granos de soja acumulados en enormes silobolsas en los campos argentinos.

Los futuros de soja en el mercado de Chicago <0#S:> se desplomaron un 28 por ciento desde el inicio del 2014, ante pronósticos de una gigante cosecha del grano en Estados Unidos, en medio de condiciones climáticas óptimas.

Esa situación, sumada a los severos controles que el Gobierno aplica a las compras de dólares y las dificultades de acceso al crédito, haría que los agricultores tengan menos capital disponible para invertir en tecnología, lo que podría derivar en menores rendimientos.

"Se proyectan menores rindes estimados debido a (...) menor uso de fertilizantes, uso de agroquímicos genéricos, menores dosis de aplicación", dijo Pablo Adreani, director de la consultora Agripac, que considera que la baja rentabilidad llevará a una cosecha inferior a los 50 millones de toneladas.

Los agricultores argumentan que el negocio es también perjudicado por los altos impuestos sobre la exportación de soja, que es una de las mayores fuentes de divisas del Gobierno en momentos en que sus reservas internacionales están en un nivel muy ajustado.