Publicado 07/07/2014 13:00

ANÁLISIS-Un incumplimiento de deuda podría golpear siembra de maíz en Argentina

* Restricción de financiamiento externo causaría alza tasas locales

* Mayoría de agricultores necesita créditos para financiar su siembra

* Altos costos de insumos importados llevaría a tomar menos riesgos

Por Maximiliano Rizzi

BUENOS AIRES, 7 jul, 7 Jul. (Reuters/EP) -

- El área de siembra de maíz de Argentina se reduciría en la próxima temporada si el país cae a fin de mes en una cesación de pagos, debido a que se encarecería el crédito con el que los agricultores cuentan para financiar la implantación del cereal.

El tercer exportador mundial de soja y maíz negocia contrarreloj con acreedores de deuda incumplida que lograron que la justicia estadounidense bloqueara el pago de un cupón a tenedores de bonos reestructurados, lo que llevará al país a un nuevo default si no llega a un acuerdo antes del 30 de julio.

Eso dispararía los costos de insumos importados, aumentaría el costo de endeudarse y limitaría el acceso a créditos cruciales para el esquema de negocios de los agricultores locales, poniendo un manto de incertidumbre sobre la producción de maíz argentino y su eventual impacto en los precios.

"Al productor se le va a hacer más complicado emprender los proyectos de siembra, y sobre todo va a impactar en el maíz, que es el cultivo más caro por hectárea", dijo Juan Rey Kelly, economista de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), un ente que representa a agricultores.

Sembrar maíz de buena calidad cuesta en promedio unos 500 dólares por hectárea. La soja -un grano más resistente tanto a sequías como a excesos de humedad- demanda sólo 350 dólares. La implantación del cereal suele comenzar entre agosto y setiembre.

Los grupos exportadores y empresas del sector suelen ayudar a los productores agrícolas a financiar las cosechas con préstamos, pero este flujo podría reducirse en caso de un default, como se espera que suceda con todo el financiamiento externo a la economía argentina.

En ese caso, los productores no tendrían otra salida que volcarse al mercado de crédito interno. Pero ello generaría una alta demanda que dispararía las tasas de interés locales, subiendo también el costo del endeudamiento doméstico.

Resulta complicado cuantificar el impacto, pero un experto bajo condición de anonimato calculó que, en caso de una cesación de pagos, la tasa de interés interna treparía al menos 10 puntos porcentuales a un 45 por ciento anual.

Ante tal incertidumbre, los agricultores están pensando las cosas con cautela.

"Según las encuestas que estamos haciendo, ya está bajando el nivel de tecnología que se va a adquirir para la campaña próxima: usan menos fertilizantes y menos agroquímicos, y eso genera pérdida de productividad", afirmó Ernesto Ambrosetti, economista jefe de la Sociedad Rural Argentina (SRA).

¿SOJA EN VEZ DE MAÍZ?

Desde hace años, los productores se quejan de que los altos impuestos y los límites que el Gobierno aplica a la exportación del maíz -para garantizar el abasto doméstico de alimentos- están recortando sus ganancias y erosionando el negocio.

A esos contratiempos se podría sumar el alza de costos que implicaría un incumplimiento de pagos del país.

"Cuando tenés un escenario más difícil, tratás de bajar la inversión por hectárea y vas con los cultivos de menos riesgo", señaló Ambrosetti, cuya entidad representa a los productores agrícolas de mayor escala del país.

Durante la temporada 2013/14, cuya cosecha está cerca de finalizar, en Argentina se sembraron 5,9 millones de hectáreas con maíz, una caída del 3,3 por ciento respecto de la campaña previa. La superficie destinada a la soja en ese ciclo fue de 20,3 millones de hectáreas.

Si bien es posible que esta situación derive en una mayor siembra de soja, el incremento no debería ser radical ya que gran parte de los productores están obligados a sembrar maíz para cumplir con la rotación de cultivos que requiere la tierra.

Acostumbrados a problemas comerciales que dificultan la planificación del negocio, los agricultores de Argentina toman sus decisiones de siembra poco antes del inicio de la campaña, que comienza cerca de la llegada de la primavera austral.

HOMBRES DE NEGOCIOS

A pesar de todo, el líder de la entidad que representa a los productores de maíz de Argentina se mostró optimista y dijo que los distintos eslabones de la cadena comercial del cereal buscarán formas de hacer funcionar el negocio.

"Si sobran muchos pesos, como vimos en años anteriores, al productor le conviene no gastar tanto en alquiler, sino alquilar menos hectáreas, invertir más por hectárea y obtener un rendimiento por hectárea mayor", señaló a Reuters Martín Fraguío, director ejecutivo de Maizar.

Es que el principal costo para los agricultores es el alquiler de la tierra. Pero se puede obtener mayor rendimiento de la superficie utilizando semillas de alta calidad e invirtiendo más en fertilizantes, herbicidas y agroquímicos.

Fraguío dijo que las firmas que venden semillas buscarán mantener su financiamiento a los chacareros y que los terratenientes aceptarían alquilar sus campos con pago al final de la cosecha, un esquema que proliferó en los últimos años ante la galopante inflación que corroe la rentabilidad del sector.

"La visión de los economistas es razonable, pero me parece que hay que ponerse en los zapatos de la toma de decisiones real, de los hombres que sí o sí tienen que hacer negocios", acotó.

A fin de cuentas, la decisión de los chacareros dependerá también de lo que suceda con el tipo de cambio, un factor clave en un país en el que los dólares constituyen un anhelado refugio contra una inflación del 30 por ciento anual.

El Gobierno de Cristina Fernández mantiene un tipo de cambio regulado a través de la intervención del Banco Central y severas restricciones a la compra de dólares.

"Un default pondría en jaque la estabilidad cambiaria. Por el lado del productor, la incertidumbre en torno al dólar lo llevaría a retener aún más la mercadería, como alternativa para quedarse dolarizado", dijo Natalia Colombo, economista de la corredora de granos BLD, con base en Rosario.