Actualizado 10/04/2014 04:19

Unos 3.000 policías participan en una acción contra el narcotráfico

Policía en Mar del Plata (Argentina)
Foto: MARCOS BRINDICCI / REUTERS

BUENOS AIRES, 10 Abr. (Notimérica/EP) -

   Cerca de 3.000 efectivos policiales han llevado a cabo este miércoles un megaoperativo contra el narcotráfico en la ciudad argentina de Rosario (provincia de Santa Fe), en lo que el secretario de Seguridad, Sergio Berni, ha calificado como la intervención "más grande de la historia argentina" en lo que respecta a la lucha contra el tráfico de drogas.

   Durante esta operación se han realizado más de 90 redadas en diferentes zonas de la ciudad, con el objetivo de controlar a algunos de los narcotraficantes más peligrosos del país. "No vinimos a buscar droga. El objetivo más allá de tratar de terminar con los búnkers, es ir detrás de los que venden las drogas", ha apostillado.

   Así, se han registrado los domicilios donde supuestamente operan los integrantes de varios cárteles locales de la droga, incluida la banda de 'Los Monos', responsable de una gran cantidad de homicidios. En varios de los domicilios registrados se encontraron túneles subterráneos que serían utilizados para escapar de las autoridades.

   Los registros, ordenados por dos jueces, han contado también con el apoyo aéreo de unos seis helicópteros y han sido coordinados de forma simultánea por efectivos de la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura Naval y la Policía de Seguridad Aeroportuaria, de acuerdo con la información del diario argentino 'La Nación'.

   Hasta el momento el procedimiento deja más de 20 detenidos, dos de los cuales serían mujeres embarazadas. Por su parte, fuentes del Ministerio de Seguridad han explicado que una vez sean desarticuladas todas las bandas y detenidos sus integrantes, las fuerzas federales se instalarán durante varios meses para la "pacificación" de la zona.

DENUNCIA DE LA IGLESIA ARGENTINA

   La polémica en torno al narcotráfico en Argentina saltó con fuerza a los medios el pasado mes de noviembre, cuando los obispos argentinos presentaron el informe 'El drama de la droga y el narcotráfico', declarando que "si la diligencia política y social no toma medidas urgentes para combatir el narcotráfico, costará mucho tiempo y mucha sangre erradicar estas mafias que han ido ganando cada vez más espacio".

   Tras señalar que "perseguir el delito es tarea exclusiva e irrenunciable del Estado", los obispos dijeron que escuchan de la gente "la preocupación por la desprotección de las fronteras y por la demora en dotar de adecuados sistemas de radar las zonas más vulnerables".

   El presidente del Episcopado, monseñor José María Arancedo, y el titular de la comisión de Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano, advirtieron entonces de que se escuchaba decir "con frecuencia" en la calle que "a esta situación de desborde se ha llegado con la complicidad y la corrupción de algunos dirigentes".