Publicado 01/07/2014 01:15

Argentina enviará una delegación a EEUU para reunirse con el mediador ante los tenedores de deuda

BUENOS AIRES, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Argentina ha designado este lunes una delegación que participará en una reunión en Estados Unidos con el mediador judicial que interviene en la disputa con los tenedores de bonos que no aceptaron participar en una reestructuración de deuda, tal y como ha informado el Ministerio de Economía del país sudamericano.

"En este sentido, el Ministerio de Economía informa que se ha designado una delegación para reunirse el día 7 de julio con el citado funcionario (Daniel Pollack)", indica el comunicado, recogido por la agencia estatal argentina de noticias, Télam.

En el mismo, el Palacio de Hacienda ha recordado que el viernes pasado el juez (Thomas) Griesa sostuvo que "si se quiere negociar, hay que plantear un camino para mantener el status quo de manera que no haya suspensión de pagos el 30 de junio", y que, a tal efecto, el propio Pollack propuso como fechas para la reunión los días 3 y 7 de julio.

Este mismo martes, los tenedores de bonos soberanos impagos de Argentina han asegurado que no se han reunido con el Gobierno del país sudamericano para negociar un acuerdo sobre la deuda incumplida y han acusado al Ejecutivo de Cristina Fernández de Kirchner de negarse a entablar conversaciones.

"La voluntad profesada por Argentina de negociar con sus acreedores ha probado ser otra promesa rota. NML está sentado a la mesa, listo para hablar, pero Argentina se ha negado a negociar cualquier aspecto de esta disputa", ha afirmado Jay Newman, administrador de cartera senior de Elliott Management, que controla NML Capital Ltd, uno de los demandantes en el caso.

Argentina depositó el jueves el pago para un cupón con vencimiento el 30 de junio para los tenedores de deuda reestructurada sin desembolsar otros 1.330 millones de dólares a los acreedores que no aceptaron el canje de deuda, los conocidos como 'fondos buitre', como había ordenado el juez Griesa.

Mientras tanto los bancos de Estados Unidos tienen prohibido hacer los pagos a los acreedores de Argentina. Griesa dijo el viernes que el depósito era ilegal y que el dinero debía ser devuelto al Gobierno argentino.

Si el dinero no llega a manos de los tenedores de deuda reestructurada el lunes, se considera que Argentina entrará en un default técnico. Pero tiene un período de gracia de 30 días que termina el 30 de julio para llegar a un acuerdo que acabe con la vieja batalla legal o caerá en un incumplimiento de pagos por segunda vez en 12 años.

Griesa designó a Pollack, un veterano abogado financiero de Nueva York, como asistente especial para ayudar a lograr un acuerdo entre Argentina y los tenedores en disputa.

Argentina incumplió con una deuda soberana de unos 100.000 millones de dólares en 2001-2002 y negoció una reestructuración con el 93 por ciento de los tenedores de bonos en un acuerdo considerado uno de los más costosos para inversores en la historia, pagando entre 25 y 29 centavos por dólar adeudado.

ARGENTINA CRITICA AL JUEZ

El Ministerio de Economía argentino no hizo comentarios de inmediato sobre las palabras de Newman, pero el Gobierno argentino había criticado previamente al juez Griesa.

"Es la primera vez que un juez pretende alterar un contrato, un prospecto, una relación contractual e impedir el pago a un bonista reestructurado que adhirió voluntariamente a las mismas leyes del Estado de Nueva York que el representa", ha declarado este el jefe de Gabinete de Ministros, Jorge Capitanich.

La semana pasada el ministro de Economía, Axel Kicillof, viajó a Nueva York en una visita relámpago para hablar en un encuentro del comité del G77 más China en Naciones Unidas, en donde dijo que el país estaba siendo empujado a un default.

El funcionario dijo entonces que no se reunió con los acreedores en pleito, conocidos como 'holdouts', liderados por los fondos de cobertura Elliott y Aurelius Capital Management.

BNY Mellon confirmó el viernes que el país depositó 539 millones de dólares en una cuenta del Banco Central en Buenos Aires para cumplir con un cupón que vence el 30 de junio y pagar a los tenedores que aceptaron los canjes del 2005 y 2010. En total, el Gobierno transfirió 832 millones de dólares para el pago de varios tenedores de bonos.

Griesa había establecido en un fallo previo que Argentina no podía hacer ese pago a menos que desembolsara otros 1.330 millones de dólares a los 'holdouts', basándose en una cláusula pari passu, de igualdad de condiciones, utilizada para la venta original de los bonos en 1994.