Actualizado 02/04/2014 22:58

Argentina lucha por la soberanía de las Malvinas

A man climbs onto the pole of a ship in Stanley
Foto: MARCOS BRINDICCI / REUTERS

BUENOS AIRES, 2 Abr. (Notimérica/EP) -

   Argentina recuerda este miércoles el inicio de la guerra de las Malvinas con una agenda de actos conmemorativos, en la que se incluyen una misa por los caídos en la catedral de Buenos Aires presidida por el arzobispo Mario Aurelio Poli.

   También están previstos actos oficiales, como el organizado por el Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (CECIM) en La Plata o por el Centro de Veteranos de Guerra y la Unión de Suboficiales de Malvinas, en Bahía Blanca, según la agencia de noticias Télam.

   Además, muchos personajes del mundo del espectáculo se han sumado a la campaña 'Pueblos por Malvinas', organizada por la Fundación ASE, que recoge firmas para promover el diálogo bilateral. En el vídeo promocional, han participado cantautores como Víctor Hereida y actores como Víctor Laplace, Juan Darthés o Mirta Busnelli.

LAS CAUSAS DEL CONFLICTO

   A pesar de que la guerra de las Malvinas enfrentó a Argentina y Reino Unido por la soberanía del pequeño archipiélago hace hoy 32 años, el país sudamericano sigue reclamando la soberanía sobre estas islas, además de sobre Georgias y Sándwich del Sur y los territorios circundantes.

   Las islas Malvinas son un archipiélago a más de 12.000 kilómetros de Londres, con una población de sólo 11.600 personas. En 1982, Argentina estaba gobernada por una dictadura en declive. Sin el apoyo de Naciones Unidas, pero convencidos de que Reino Unido no opondría resistencia por un pequeño territorio, tomó las islas el 2 de abril.

   El país sudamericano defendió que el territorio les pertenecía históricamente y que Reino Unido lo había usurpado en 1833, dentro del proceso imperialista que durante el siglo XIX permitió que muchas metrópolis colonizasen distintas zonas de América Latina, África y Asia.

   Para sorpresa de los argentinos, Reino Unido prestó atención a la ocupación. Aunque intentaron el diálogo en un primer momento, no hubo negociación posible, porque ninguno de los dos estados estaba dispuesto a ceder. Los británicos, que contaron con la ayuda de Estados Unidos, ganaron el conflicto en tres meses, más tiempo del esperado para una dictadura debilitada frente a dos grandes potencias.

ANTECEDENTES DEL CONFLICTO

   Antes de la ocupación, los argentinos intentaron otras fórmulas para obtener la soberanía. El nacimiento de Naciones Unidas en 1945 dio esperanza al Estado latinoamericano. La organización internacional defendió el derecho de autodeterminación de los pueblos, sobre todo, para favorecer el proceso de descolonización.

   Por eso, en 1965 Naciones Unidas reconoció la "cuestión de las islas Malvinas", instando a ambas partes a que buscasen una solución pacífica al conflicto. Sin embargo, la ONU no permitió que Argentina se acogiese a la autodeterminación, al no considerarlo como un pueblo sometido.

   Durante más de una década, ambos países intentaron negociar sobre el archipiélago, pero no consiguieron ningún acuerdo. Además, Reino Unido empezó a incrementar su interés por las islas, al descubrir el potencial de explotación de hidrocarburos. A esto se añadió la tambaleante dictadura argentina, que para 1976 ya daba señales de agotamiento, así que retomaron el conflicto malvino.

LAS NEGOCIACIONES DESPUÉS DE LA GUERRA

   Después del conflicto, las relaciones bilaterales entre ambos países se reanudaron con las Declaraciones Conjuntas argentino-británicas de 1989 y 1990, continuadas por una serie de entendimientos provisorios, que no llegaron a nada, durante la década de 1990.

   Durante el mandato de los Kirchner, el deseo de soberanía se intensificó debido, en gran medida, a la importancia del control de los recursos naturales en el contexto de este siglo. Actualmente, el conflicto sigue sin resolverse.

   Los británicos no quieren dialogar porque consideran que los habitantes de Malvinas no quieren ser argentinos, tal y como se manifestó en el referéndum sobre la soberanía celebrado en marzo de 2013. Una mayoría aplastante, el 99'83 por ciento de los residentes expresaron su deseo de seguir siendo británicos.

   Aún así, Argentina, que denunció la ilegalidad de esta consulta popular, sigue reafirmándose en su soberanía sobre el mismo y ha dado pasos legislativos para garantizarse el control de los hidrocarburos adyacentes al archipiélago.