Actualizado 13/02/2014 00:15

Las líneas ferroviaras vuelven a manos privadas

Estación ferroviaria Once de Septiembre (Once), en Buenos Aires, Argentina.
Foto: REUTERS

BUENOS AIRES, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -

   El Ministerio de Interior y Transporte de Argentina ha comunicado este miércoles la disolución de las unidades de gestión estatales de emergencia de las líneas ferroviarias y ha anunciado que volverán a pasar, en su gran mayoría, a manos privada.

   El ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, ha detallado que los nuevos acuerdos corresponden a las líneas Mitre, San Martín, Belgrano Sur y Roca, con el fin "de mejorar la calidad de los servicios e incrementar el control sobre las empresas que operan los servicios ferroviarios del área metropolitana de Buenos Aires".

   El nuevo acuerdo viene a reforzar los controles a las empresas que ofertan este servicio a los ciudadanos, poniendo especial interés en la frecuencia de los trenes, el mantenimiento de los mismos, la limpieza en las estaciones, así como el resto de preceptos que mantengan unos mínimos de calidad exigibles.

   Randazzo ha informado de que se llevará a cabo "un estricto régimen de sanciones", que se ejecutará en el caso de que las empresas no sigan las pautas marcadas por el Gobierno, bajo penas que van desde multas económicas hasta la rescisión de los contratos, según el grado de importancia de las faltas, según el diario argentino 'Clarín'.

   "Con la entrada en vigor de los presentes acuerdos, las líneas Mitre y San Martín serán operadas por el grupo Roggio, mientras que las líneas Belgrano Sur y Roca correrán a caro del grupo Emepa", han informado desde del Ministerio de Interior y Transporte.

   El Gobierno de Argentina decidió crear la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia (UGOFE) y la Unidad de Gestión Operativa Mitre Sarmiento (UGOMS), después de que diera de baja las anteriores concesiones a empresas por el mal estado de los trenes y las estaciones, así como por el incumplimiento de los acuerdos.

   El hecho en particular que acabó por desencadenar la decisión del Gobierno de crear estos organismos de gestión fue el accidente ferroviario de febrero de 2012, en el que fallecieron 51 personas y más de 700 resultaron heridas. Un tren descarriló a su entrada en la estación Once de Septiembre, una de las más importantes de Buenos Aires.