Actualizado 18/07/2008 05:56

Argentina.- Las entidades agropecuarias afirman que el conflicto del campo no ha terminado


BUENOS AIRES, 18 Jul. (Reuters/EP) -

Los dirigentes rurales argentinos dijeron ayer que el prolongado enfrentamiento que mantienen con el Gobierno por un tributo a las exportaciones agrícolas todavía no se ha resuelto, pese a que el Congreso rechazó ayer el polémico proyecto oficial.

Tras cuatro meses de huelgas, bloqueos de rutas y masivas manifestaciones, el Senado rechazó ayer el proyecto oficial que aumenta el impuesto a las exportaciones de granos, con la ayuda del vicepresidente del país, también presidente de la Cámara, Julio Cobos, cuyo voto negativo desató una crisis política.

Pese a que el proyecto que grava principalmente a la soja, el cultivo más importante de Argentina, fue dado de baja en el Congreso, la resolución del Gobierno que elevó el tributo el pasado mes de marzo aún está vigente, aunque el sector confía en que será derogada en el corto plazo.

"El conflicto no está solucionado" dijo a la prensa Mario Llambias, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). A su vez, Alfredo De Angeli, titular de la Federación Agraria Argentina (FAA) de la provincia de Entre Ríos, sostuvo que hay que seguir demandando. No obstante, el ex presidente y actual titular del gobernante partido peronista, Néstor Kirchner, dijo el pasado martes que el Gobierno de su esposa, Cristina Fernández, respetará la decisión del Congreso.

Por la noche, las entidades agropecuarias difundieron un comunicado bajo el título "la República salió fortalecida", donde se reclamó la urgente derogación de la controvertida resolución y un diálogo con el Gobierno que incluya toda la problemática rural.

Durante una rueda de prensa, las entidades agropecuarias afirmaron que el tributo actual sobre las exportaciones de soja ronda entre el 48 al 49 por ciento, y agregaron que no recibieron ningún llamado desde el Gobierno para abrir un nuevo canal de conversaciones.

Se prevé que los productores recurran a la Justicia si el Gobierno no deroga la controvertida medida aún vigente, que muchos especialistas consideran inconstitucional porque argumentan que las modificaciones impositivas son una "atribución del Congreso. "Me imagino que la derogarán (la resolución), que no tendrán la torpeza política de seguir insistiendo", dijo a Reuters Ulises Forte, vicepresidente de la FAA.

"ALGÚN DIA ENTENDERÁN MI POLÍTICA"

La presidenta argentina, Cristina Fernández, afirmó, por su parte, que quienes no entienden la política de defensa de intereses populares que ella dice impulsar, lo harán algún día, en referencia a la postura del vicepresidente argentino, Julio Cobos, quien votó en contra de la propuesta de aumento de impuesto de las exportaciones, con el que la mandataria buscaba reafirmar su poder.

"De los que tal vez no hayan entendido lo que le habíamos dicho a la gente allá por octubre (en la campaña presidencial), bueno, alguna vez entenderán, algunos tardan más en entender las cosas. Esperémoslos, que a lo mejor algún día se dan cuenta", dijo Fernández en un acto en el norte del país, en alusión a Cobos, a quien nunca nombró como su vicepresidente. Cobos, por su parte, afirmó tras votar contra el Gobierno que no piensa renunciar a su cargo.

La norma, impulsada por la mandataria, pretendía redistribuir hacia los sectores de menores recursos la renta extraordinaria que genera en los productores rurales los altos precios internacionales de los granos en uno de los mayores proveedores mundiales de alimentos.

También once senadores del gobernante peronismo le dieron la espalda a Fernández en la votación, que hundió al país en la peor crisis política en años. "Me han acompañado otros que pertenecen a otros partidos y me han decepcionado algunos que pertenecen al nuestro, pero lo importante (...) es comprobar que distintos argentinos, con distintas historias, con distintas capacidades, son capaces de unirse detrás de un proyecto común", agregó la mandataria argentina.

DURO GOLPE

Cristina Fernández, que asumió el cargo hace sólo siete meses, envió el pasado mes, el esquema impositivo al Parlamento en busca de respaldo institucional, mientras veía derrumbarse su imagen positiva por la crisis.

La derrota en el Senado se convirtió en un duro golpe para el Gobierno, pero los dirigentes rurales se mostraron moderados tras la votación. "Somos optimistas. Nosotros no tenemos un problema dogmático con las retenciones. Ahora hay que buscar consensos en el Poder Ejecutivo y en el Legislativo," acotó Forte.

El prolongado conflicto ya afectó la evolución de la economía local e impulsó los precios internacionales de los granos, ya que Argentina es uno de los principales proveedores mundiales de alimentos.

La soja cayó ayer en la plaza estadounidense de Chicago, tras el rechazo del proyecto en el Senado argentino, según los operadores. "Inesperadamente tuvimos un éxito importante" en el Congreso, reconoció a periodistas Luciano Miguens, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA).

La protesta de los chacareros logró reunir por primera vez en muchos años a las cuatro grandes asociaciones rurales del país, pero De Angeli puso en duda el futuro de esa unidad tras la votación de los legisladores. "Va a ser muy difícil seguir juntos porque hay diferencias filosóficas. Esperemos que sean diferencias para construir un país mejor", agregó el carismático dirigente.