Actualizado 02/02/2008 22:43

Argentina.- El Gobierno argentino asegura que "con el Vaticano no se tiene que estar mal nunca"


BUENOS AIRES, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Justicia argentino, Aníbal Fernández, afirmó hoy que Gobierno maneja con mucho cuidado el nombramiento del futuro embajador ante la Santa Sede, paralizado desde diciembre porque el Vaticano no ha dado su plácet al embajador propuesto, Alberto Iribarne, ex ministro de Justicia, por estar éste divorciado.

"Con el Vaticano no se tiene que estar mal nunca", manifestó Fernández en unas declaraciones interpretadas como un gesto positivo hacia la jerarquía de la Curia Romana, según informa el diario 'La Nación'.

Fernández dijo en declaraciones a la radio que Argentina maneja con "mucho cuidado" el nombramiento de Iribarne como futuro representante diplomático en el Vaticano. Aunque negó que este asunto pueda deteriorar las relaciones bilaterales, el ministro volvió a defender la elección de Iribarne para el cargo, al definirle como "un hombre intachable que merece todo el respeto". Además, advirtió que "es muy difícil que la Argentina no tenga derecho a decir quiénes son los hombres que la representan".

Iribarne espera desde diciembre pasado el visto bueno de la Santa Sede para asumir la dirección de la Embajada argentina pero, según fuentes diplomáticas citadas por la prensa local, el Vaticano no ve con buenos ojos su condición de divorciado.

La intención del Gobierno es designarle en sustitución de Carlos Custer, un dirigente sindical vinculado a la Iglesia, quien pidió ser relevado por razones de salud.

El ministro de Exteriores, Jorge Taiana, redactó un informe con los nombres de diplomáticos de otros países ante la Santa Sede que están separados o han optado por el divorcio en algún momento de su vida, con el fin de demostrar que la designación de Iribarne no supone una excepción.

Las relaciones entre Argentina y el Vaticano pasaron por un momento difícil en 2006, cuando el entonces obispo castrense, Antonio Baseotto, criticó con dureza al ministro de Salud, Ginés González García, por su plan de reparto de preservativos y por declarase favorable al aborto.

El Gobierno de Néstor Kirchner consideró cesado a Baseotto y se negó a que se designara un sustituto hasta que en mayo pasado el Papa Benedicto XVI aceptó la renuncia del obispo castrense por haber llegado a los 75 años, la edad de jubilación.