Actualizado 29/05/2014 17:03

El Gobierno contempla un acuerdo voluntario con los fondos 'buitre' para resolver la batalla judicial


BUENOS AIRES, 29 May. (Reuters/EP) -

El Gobierno argentino ha señalado este jueves que contempla un acuerdo voluntario con sus acreedores de deuda en cesación de pagos como una de las opciones para terminar la larga batalla judicial que puede llevar al país a una nueva suspensión de pagos, en la primera vez que el país admite esa posibilidad.

El Tribunal Supremo de Estados Unidos decidirá el próximo 12 de junio si acepta estudiar una apelación del país sudamericano contra fallos de tribunales inferiores, que dictaminaron que debe pagar unos 1.300 millones de dólares a fondos de cobertura que quieren recuperar el valor de los títulos impagos en sus carteras.

"Nos queda una instancia final para que, por vía judicial o por vía de acuerdo voluntario, efectivamente se pueda terminar con este proceso de reestructuración de deuda", ha señalado este jueves a periodistas el jefe de Gabinete de Ministros, Jorge Capitanich.

El Gobierno de Cristina Fernández se ha negado a negociar por la deuda incumplida con los fondos a los que califica como "buitres". Estos fondos se han negado a participar en dos canjes de deuda en los que el 93 por ciento de los tenedores de los 100.000 millones de dólares en títulos que Argentina dejó de pagar en 2002 recibieron nuevos bonos a cambio de fuertes quitas.

Los inversores 'rebeldes' son liderados por NML Capital Ltd, unidad de Elliott Management Corp del magnate Paul Singer, y Aurelius Capital Management.

RIESGO DE 'DEFAULT'

Pero Argentina ahora se enfrenta a una potencial nueva suspensión de pagos debido a que, si el Tribunal Supremo rechaza aceptar el caso, podría sufrir embargos en los fondos que transfiere a Estados Unidos para cumplir con su deuda reestructurada. Así, podría producirse un 'default' el próximo 30 de junio, cuando el país paga intereses de sus títulos Discount en Nueva York.

Además, un nuevo incumplimiento echaría por la borda todos los esfuerzos que ha realizado el Gobierno de la presidenta Cristina Fernández para dejar atrás la suspensión de pagos y volver a atraer las inversiones necesarias para reactivar la alicaída tercera economía latinoamericana. Precisamente, el Gobierno alcanzó este jueves un acuerdo con el Club de París para saldar su deuda por 9.700 millones de dólares.

Una cláusula que impide a Argentina negociar con los "holdouts" mejores condiciones que las ofrecidas en sus canjes de deuda de 2005 y 2010 caduca en diciembre de este año. Esto permitiría al país sentarse a negociar sin el riesgo de sufrir una catarata de juicios de otros acreedores.

Un grupo de tenedores de bonos argentinos reestructurados liderados por Grammercy Fund Management se mostraron dispuestos a negociar con los acreedores rebeldes para buscar una solución al tema de la deuda.

Si el Tribunal Supremo de Estados Unidos acepta estudiar la apelación o solicita la opinión del fiscal general del país --las otras dos opciones posibles para el caso además del rechazo--, la disputa se extendería hasta bien entrado 2015, lo que le daría tiempo a Argentina en caso de que quiera llevar a un acuerdo con los "holdouts".