BUENOS AIRES, 18 Abr. (Del corresponsal de EUROPA PRESS Rafael Saralegui) -
La ciudad de Buenos Aires seguía hoy cubierta por una densa capa de humo que ha provocado problemas en el tráfico, la suspensión de clases en algunos distritos, y malestar en los vecinos que se quejan de picor en los ojos y la garganta.
El tercer día de humareda en la ciudad es consecuencia de la quema de pastizales en las provincias de Buenos Aires y en Entre Ríos, una práctica habitual de productores agropecuarios, que este año se ha desbordado hasta sumar unas 70.000 hectáreas.
El titular del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Carlos Cheppi, dijo hoy que se han contabilizado 570 focos y responsabilizó de los incendios a los "productores nuevos", que se asentaron en la región del Delta del Río Paraná.
Cheppi dijo que el INTA trata de erradicar la práctica de la quema de campos y dijo que lamentaba fundamentalmente "los muertos, los accidentes y los trastornos a la salud" que provoca la humareda que ayer llegó hasta Uruguay como consecuencia de los vientos.
Esta mañana, los principales accesos a la ciudad de Buenos Aires se encontraban colapsados debido a la escaba visibilidad, limitada a un par de metros, lo que provocó algunos accidentes, como en la autopista Dellepiane, donde murió una persona en un choque.
El Ministerio de Interior declaró la emergencia vial en las rutas y canceló la salida de autocares desde la estación terminal de Retiro, donde se concentran las salidas hacia todo el país. En el aeropuerto Jorge Newbery, de la ciudad de Buenos Aires, sólo se permitía el despegue de aviones pero no los aterrizajes, que fueron desviados al aeropuerto internacional de Ezeiza.
En la ciudad de La Plata, a 50 kilómetros al sur de Buenos Aires, fue cerrado el Puerto y de la Autopista Buenos Aires-La Plata. Mientras que en el distrito de Pilar, unos 50 kilómetros al norte, fueron suspendidas las clases.