Actualizado 06/12/2007 07:50

Argentina.- Néstor Kirchner asegura que su esposa, Cristina, hará un Gobierno "mucho mejor" que el suyo


BUENOS AIRES, 6 Dic. (EP/AP) -

El presidente Néstor Kirchner aseguró ayer que su esposa Cristina Fernández, quien le sucederá en el cargo a partir del lunes, hará un Gobierno "mucho mejor" que el suyo y sostuvo que él no interferirá en sus decisiones.

"El Gobierno que viene va a ser mucho mejor que el que se va", dijo Kirchner durante una entrevista con el canal de cable Todo Noticias (TN).

"Haría muy mal yo en interferir, en lo que sea, en la tarea del próximo Gobierno", respondió sobre una posible intervención en la gestión de su esposa. "Ella sabe lo que tiene que hacer y cuando me pregunte, contestaré", añadió Kirchner.

Durante el extenso reportaje, el mandatario saliente repasó los logros de su gestión iniciada en el 2003 y sostuvo que, al igual que todo Gobierno que llega a su fin, dejará "asignaturas pendientes". "A Cristina le espera una dura tarea", advirtió.

Kirchner también explicó por qué, pese a su alta popularidad y al éxito de su plan económico --la economía ha crecido por encima del 8% anual en los últimos cuatro años, el desempleo y la pobreza se han reducido ostensiblemente y la inversión ha aumentado, aunque también lo ha hecho la inflación-- decidió cederle protagonismo a la senadora Fernández.

"Creo que le hace muy bien al país la oportunidad del cambio. El cambio oxigena fuertemente las decisiones", dijo. Momentos antes había pronunciado la palabra "alternancia", pero rápidamente la sustituyó por "cambio".

No son pocos los analistas y detractores que creen que en la designación de su esposa como sucesora el matrimonio presidencial encontró el mecanismo para alternarse en el poder y sucederse en la presidencia durante varios años, evitando el natural desgaste que sufre el mandato presidencial tras una reelección. La Constitución argentina sólo permite una reelección consecutiva.

Kirchner también repasó los logros de su gestión y recordó particularmente "el día que le pagamos al Fondo Monetario Internacional", en diciembre del 2005, cuando Argentina canceló la deuda de 9.810 millones de dólares que mantenía con ese organismo.

"Terminamos con un flagelo, las decisiones se empezaron a tomar en la Casa Rosada (sede del Gobierno), acá en Argentina y no en Washington como durante tanto tiempo. Fue terminar con toda una etapa", agregó.