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BUENOS AIRES, 12 May. (Notimérica/EP) -
El obispo de Humahuaca, Pedro Olmedo, ha declarado este lunes que no reconocer los problemas "no ayuda a solucionar las cosas", respecto a las críticas del Gobierno de Cristina Fernández al documento en el que la Iglesia Católica denuncia la inseguridad existente en Argentina, y ha remarcado que "la violencia se ve en todos los lados".
Olmedo ha salido al paso de las críticas de Fernández al documento publicado por la Iglesia el pasado viernes y ha explicado que existen pandillas que generan "violencia y muerte" y que "en los centros urbanos que están cerca de la ruta, la penetración de la droga es muy grande". El obispo ha sentenciado que "un motivo de violencia es la ausencia del Estado, que no se adelanta a los acontecimientos" y que lo que provoca estos acontecimientos "son la exclusión social, la falta de oportunidades, de trabajo, de perspectivas" para los jóvenes.
A las declaraciones de Fernández en las que asegura que quienes dicen que Argentina está "enferma de violencia" quieren reeditar "viejos enfrentamientos" vividos en el pasado, Olmedo ha respondido que "no ayuda a solucionar las cosas el no reconocer los problemas" y como ejemplo ha empleado la situación de violencia que se vive en Jujuy, que ha descrito como "un volcán en erupción", según informa el diario argentino 'Clarín'.
Pero las de la presidenta no han sido las únicas críticas a las que el obispo ha respondido. También lo ha hecho con las de la titular de las Abuelas de la Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, quien criticó que la Iglesia no habló "cuando la dictadura secuestraba a tantísima gente" y que ahora se "asusta porque hay violencia". Olmedo ha explicado en un diálogo con Radio Continental que la actuación de la Iglesia en el pasado "no es un motivo para no hablar" y que, "precisamente por lo contrario, hay que hablar".
La Conferencia Episcopal publicó el pasado viernes un informe en el que destacó varios problemas en los que se encuentra sumido Argentina. Entre los temas en los que se centra, figuran la inseguridad existente en el país, al que han descrito como "enfermo" de una violencia que no sólo ha aumentado en "cantidad, sino también en agresividad". También hablaba el escrito de la corrupción como "cáncer social" en cualquiera de sus expresiones y hacía referencia a la justicia, asegurando que la lentitud de las causas garantiza la impunidad.
No son éstas las primeras críticas que recibe el Gobierno de Fernández por parte de la Iglesia, pues ya en noviembre de 2013 el anterior pleno de obispos presentó el informe 'El drama de la droga y el narcotráfico', en el que advirtió de que, "si la diligencia política y social no toma medidas urgentes para combatir el narcotráfico, costará mucho tiempo y mucha sangre erradicar a estas mafias que han ido ganando cada vez más espacio".
Ya entonces, el titular de la Comisión de Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano, dijo que en la calle se oía "con frecuencia" que "a esta situación de desborde se ha llegado con la complicidad y la corrupción de algunos dirigentes".