Actualizado 02/07/2008 00:51

Argentina.- Países del Mercosur critican la política migratoria de la UE


BUENOS AIRES, 1 Jul. (Del corresponsal de EUROPA PRESS Rafael Saralegui) -

Los presidentes de los países miembros del Mercosur coincidieron hoy en el cierre de la XXXV cumbre de mandatarios que se desarrolló en Tucumán, en el Norte de Argentina, en la necesidad de complementar las economías para hacer frente al alza de los precios de los alimentos y de la energía y además criticaron la política migratoria de la UE.

En la declaración final, los mandatarios del Mercosur y Estados dijeron que "lamentan que las naciones tradicionalmente generadoras de corrientes migratorias que en la actualidad son receptoras de inmigrantes no reconozcan, en base al principio de reciprocidad histórica, la responsabilidad compartida entre los países de origen, tránsito y destino de los flujos migratorios", según informó la agencia oficial Télam.

Los presidentes coincidieron en el planteamiento de la presidenta Cristina Fernández, quien abrió esta mañana las deliberaciones en la ciudad de Tucumán, en el norte de Argentina, con una crítica a la especulación financiera internacional a la que responzabilizó por la subida mundial del precio de los alimentos.

La declaración fue firmada por la presidenta argentina y sus pares de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva; de Uruguay, Tabaré Vazquez; de Venezuela, Hugo Chávez; de Chile, Michele Bachelet; de Boliva, Evo Morales, y por el canciller de Paraguay, Rubén Ramírez, en representación del presidente Nicanor Duarte Frutos.

La presidenta argentina dijo que el aumento del precio de los alimentos y la energía "ha invadido la agenda pública" global en los últimos meses con precios que llegaron "a límites insospechados" en una escalada que parece "no tener fin".

"Los señores de la timba (bingo) financiera han pasado a la timba de los alimentos", dijo la presidenta y consideró que "el precio de los alimentos comenzó a dispararse el año pasado en junio", en "simultaneidad con la crisis del sector financiero" internacional que provocó que "la 'economía casino', de la especulación, que estaba sujeta al mercado financiero y del crédito, comenzara a trasladarse al sector de los alimentos".

La mandataria dijo que esas alzas "ponen en riesgo no ya la economía de un país o las reservas de un banco central sino cosas mucho más sensibles, como la mesa de los hombres y mujeres de nuestros pueblos".

Al mismo tiempo destacó que la modificación en los "términos de intercambio" representa una "oportunidad inédita para la región" por sus reservas energéticas y mineras, su capacidad de producción de alimentos y el papel de Brasil como potencia industrial.

"Tenemos una oportunidad en términos de complementariedad. (Por eso) la independencia y el crecimiento de nuestra región está fuertemente atado al proceso de integración. Si antes fue un desafío ahora, es una necesidad de carácter estratégico", agregó.

Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, instó a los presidentes del Mercosur a "evitar que las crisis de otros se hagan nuestras crisis" y lanzó una fuerte crítica a "la especulación que existe", especialmente en los "mercados a futuro". Consideró apropiado realizar una "profunda investigación" al respecto y mencionó la incidencia del petróleo en la agricultura, que en su país "alcanza un 30 por ciento por los fertilizantes y la energía".

Lula coincidió en la cuestión especulativa financiera, al remarcar que los valores altos de los granos en los mercados de futuro pueden condicionar a los valores presentes y añadió que hay vinculación entre "la subida del precio de los alimentos y la especulación inmobiliaria".

También tuvo una visión optimista al señalar que "a diferencia de otros momentos, nunca tuvimos la posiblidad tan cercana de resolver este problema con nuestros propios recursos", señaló.