Actualizado 11/04/2014 10:23

La huelga contra Fernández que paralizó un país

Huelga en Argentina
Foto: REUTERS

BUENOS AIRES, 11 Abr. (Notimérica/EP) 

   La huelga general convocada por varios grupos sindicalistas opositores al Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en Argentina, ha tenido un amplio eco en todo el país.

   De este modo, las centrales sindicales opositoras desafiaron con un masivo paro a la presidenta Cristina Fernández, cuya popularidad se debilita mientras una alta inflación golpea el poder de compra de la población.

    La huelga, con consignas centrales contra el 'ajuste, la inflación y la inseguridad', ha provocado varios incidentes, heridos y detenciones.

   En las vacías calles de Buenos Aires, la capital argentina, no circularon autobuses y tampoco funcionaron los trenes de cercanías, lo que dio cuenta del seguimiento de la huelga. Muchos colegios no dictaron clases y numerosas tiendas estuvieron cerradas por la ausencia de empleados.

   "El nivel de acatamiento es muy fuerte en todo el país. Millones de trabajadores se han adherido", dijo Juan Carlos Schmid, secretario general del Sindicato de Dragado y Balizamiento y dirigente de la poderosa Confederación General del Trabajo (CGT), que convocó a la protesta.

   La protesta de un día, en la que participaron sindicatos del transporte público, camioneros, portuarios y trabajadores estatales, reclamó un reajuste de los salarios y una disminución de los elevados impuestos a las remuneraciones.

   "Quiero pedirle humildemente al Gobierno que preste atención a lo que expresa la gente en este tipo de medida. Presten atención a este llamado de la gente", dijo el líder de la CGT opositora, Hugo Moyano, quien destacó en conferencia de prensa la "importantísima" adhesión al paro general en el día de hoy: "El pueblo se expresó", dijo el dirigente camionero, quien aseguró que en muchos casos ha superado el 98%.

   El secretario general de la CGT tambéin dijo que la presidenta se maneja con "soberbia" y pidió escuchar los reclamos. "El paro es para ratificar que haya paritarias (negociaciones salariales) libres", dijo Moyano, quien pidió también un aumento salarial "de emergencia" a jubilados y medidas gubernamentales para paliar la creciente violencia urbana.

   Respecto de los piquetes, el sindicalista interpretó que algunos sectores "creyeron que tenían que hacer piquetes", pero aclaró que "esto existió siempre, históricamente". "Quisieron hacer creer que la gente no fue a trabajar por los piquetes y es mentira", dijo.

"UN GRAN PIQUETE NACIONAL"

   Muy contraria ha sido la opinión del Gobierno que, a través del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, considera que la huelga ha sido "un gran piquete nacional".

   El ministro coordinador señaló que los organizadores del paro que se lleva a cabo hoy en todo el país "pretenden sitiar los grandes centros urbanos" y agregó que "esa es una metodología a la vieja usanza del medioevo". "En la Edad Media los señores feudales impedían el acceso a la población. No hay lugar para la barbarie ni para medidas que conspiran contra el libre ejercicio del derecho de huelga de los trabajadores", dijo Capitanich.

   El jefe de Ministros consideró que con "un gran piquete nacional y un paro de transporte" se está "restringiendo la libertad de las personas" que quieren concurrir a sus puestos de trabajo. "El derecho a la huelga está consagrado en la Constitución nacional, así como el legítimo ejercicio por parte de los trabajadores. Lo que no se puede hacer es impedir el libre ejercicio de ese derecho de huelga", resaltó el funcionario.

   "Hay trabajadores que están de acuerdo con el paro y lo hacen, hay otros que no están de acuerdo y quieren concurrir a sus lugares de trabajos y no pueden hacerlo", sostuvo el funcionario y añadió que "con operaciones de esta naturaleza, se restringe la libertad" de los trabajadores.

   Por su parte, y aunque sin citar la huelga, Cristina Fernández escribió este miércoles en su Twitter que "con todas las dificultades, vivimos en un país mucho mejor del que teníamos en el 2003", y añadió: "hay problemas, siempre los tuvimos, pero por favor, que no nos quieran convencer de que todo está mal y todo es horrible".