BUENOS AIRES, 3 Jun. (Del corresponsal de EUROPA PRESS Rafael Saralegui) -
Uno de los máximos símbolos de la represión ilegal durante la dictadura militar el ex marino Alfredo Astiz será sometido a juicio oral y público por el secuestro y desaparición de las monjas francesas Alice Domon y Leonnie Duquet y de la fundadora de las Madres de Plaza de Mayo Azucena Villaflor, según se informó en Tribunales.
El juez federal Sergio Torres decidió cerrar la instrucción de la causa para que Astiz sea juzgado junto a sus camaradas de armas Jorge 'El Tigre' Acosta, Antonio Pernías y Juan Carlos Rolón, entre otra decena de represores acusado de delitos de lesa humanidad.
Según testigos, Astiz logró infiltrarse en el grupo de las religiosas francesas, al que se había acercado familiares de desaparecidos en busca de ayuda, para "señalar" a quienes serían las nuevas víctimas de los llamados grupos de tareas que llevaban adelante la represión ilegal.
En su resolución, el juez Torres recordó los hechos ocurridos alrededor de las 20 horas del 8 de diciembre de 1977 cuando un grupo de familiares de desaparecidos fue secuestrado al salir de la Iglesia de la Santa Cruz, en esta ciudad, donde se reunían.
El juez recordó que en ese procedimiento y en otros realizados en las horas siguientes fueron secuestradas las dos religiosas francesas, Azucena Villaflor de De Vicente, Ángela Auad, María Ponce de Bianco, José Julio Fondevilla, Eduardo Horane, María Ester Ballestrino de Careaga, Patricia Oviedo, Raquel Bulit, Remo Berardo y Horacio Elbert.
Todos ellos fueron llevados hasta la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), donde funcionó el mayo centro clandestino de detención durante la dictadura militar, donde luego de ser torturados habrían sido asesinados.
El magistrado explicó que "la estadía (estancia) de este grupo en el centro clandestino de detención se prolongó aproximadamente entre siete y diez días, luego de los cuales fueron trasladados por personal de la marina y de fuerzas de seguridad".
Astiz fue condenado en ausencia en Francia por el secuestro de las dos religiosas y ese país reclamó su extradición para cumplir la condena, aunque la posición argentina fue que debería responder primero a las cuentas pendientes con la Justicia argentina.