Actualizado 29/08/2014 15:31

Gabriel Batistuta pidió amputar sus piernas en el reverso de su carrera

El exjugador Gabriel Batistuta
Foto: REUTERS

BUENOS AIRES, 29 Ago. (Notimérica/EP) -

   El exjugador argentino máximo anotador de la selección de fútbol, Gabriel Batistuta, 'El Bati', delantero icónico de la albiceleste en los 90, ha tratado su traumática experiencia personal después de abandonar el deporte rey. Más allá de la nostalgia por la fama y los triunfos, los rostros detrás de las retiradas en el deporte sufren por los problemas de salud que en ocasiones el sobreesfuerzo provoca. Este es el caso de Batistuta.

   Marcaba, Batistuta, más goles que nadie. Tantos, que hasta en algún que otro clásico de los videojuegos de fútbol la afición coreaba su nombre. Un promedio increíble --78 goles en 56 partidos seleccionado-- que no merecía lo que el final de su carrera esperaba para pasarle factura.

   "Pedí que me cortaran las piernas", confesó el jugador sobre su situación de entonces. "Un día, estaba tan desesperado que de Reconquista (su pueblo natal) me tomé un avión y me fui a ver a un doctor y le dije: 'Por favor, córtame las piernas'", ha declarado para TyC Sports.

   La suya fue una historia repentina y dolorosa. "Dejé el fútbol (en 2005) y de un día para otro no pude caminar más. Me acuerdo que decidí dejarlo porque estaba cansado y a los dos días no podía caminar", contó el exjugador.

   "Mi problema es que no tengo cartílagos, no tengo tendones, no tengo nada, entonces los 86 kilos están apoyados sobre los huesos del pie y por eso la fricción de hueso contra hueso era lo que me generaba dolor", explicó.

   "Me he orinado en la cama porque teniendo el baño a tres metros no me quería levantar", detallaba acerca de la gravedad del problema. "Un día vi al atleta sudafricano Pistorius y pensé: 'Esa es la solución'", pero el médico al que pidió la amputación le llamó loco y le propuso una alternativa.

   "El doctor me dijo que tenía los dos tobillos a la miseria, rotos completamente y que lo que podíamos hacer era una fijación de tobillos por medio de tornillos", describió sobre la solución a su problema. Batistuta estuvo un año y medio prácticamente sin caminar después de la operación.

   "Cuando se fijaron los tobillos no había más roce y entonces me pasó el dolor. La situación fue mejorando, me empecé a reponer, empecé a caminar, caminaba un poco cuando jugaba al golf y luego me empecé a meter a volver a jugar al fútbol", relata de la recuperación que le devolvió la estabilidad y cambió sus ánimos.

   Ahora Batistuta sueña con entrenar. Quiere volver a los terrenos de juego esta vez para dirigir a un equipo. Sabe que primero tiene que empezar por abajo pero mantiene las ilusiones y ya ha conformado su equipo técnico con José Chamot y Enrique Hrabina. El deporte, sinónimo de superación, en su caso antes y después.

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