Actualizado 03/07/2015 16:28

Gobierno argentino no entrega detalles de tareas para recién designado presidente del Banco Central


BUENOS AIRES, 2 oct, 2 Oct. (Reuters/EP) -

- El jefe de Gabinete de Argentina, Jorge Capitanich, rehusó el jueves dar detalles sobre la política que desplegará el nuevo presidente del Banco Central del país sudamericano, en medio de tensiones cambiarias y una creciente inflación.

En una conferencia de prensa habitual, Capitanich sólo dijo que el recién designado Alejandro Vanoli deberá cumplir con la carta orgánica de la entidad monetaria, que en uno de sus puntos principales llama a defender el valor de la moneda local, algo que ninguno de los últimos presidentes del organismo ha logrado.

"(Debe) propiciar las condiciones para el crecimiento de la actividad económica, del empleo y establecer las condiciones claras de estabilidad monetaria y cambiaria a los efectos también de propiciar condiciones básicas para la aplicación del marco regulatorio", dijo Capitanich de acuerdo a lo que versa la carta orgánica del Banco Central.

Vanoli fue nombrado en reemplazo de Juan Carlos Fábrega, quien renunció el miércoles después de meses de tensiones con el Gobierno.

La designación del nuevo funcionario fue publicada el jueves en el Boletín Oficial y su pliego será remitido al Congreso para su nombramiento, aunque esto no es impedimento para que inicie sus funciones de inmediato.

El Gobierno todavía no ha anunciado cuándo será el juramento en el cargo.

Operadores del mercado coinciden en que Vanoli profundizará los controles para evitar una masiva fuga de capitales frente a reservas internacionales en caída y una brecha cambiaria del 85 por ciento entre la cotización oficial del peso y su mercado marginal.

La moneda argentina interbancaria acumula una depreciación del 22 por ciento en el 2014. En el mercado paralelo, la depreciación alcanza al 36 por ciento.

De acuerdo con medios locales, Fábrega tenía una tensa relación con el ministro de Economía, Axel Kicillof, que es partidario de la expansión monetaria para fomentar el crecimiento. Esa política, según críticos del Gobierno, es la que alimenta la elevada inflación del país.