BUENOS AIRES, 20 ene, 20 Ene. (Reuters/EP) -
- Las lluvias abundantes que caerán en los próximos días en la mayor zona agrícola de Argentina evitarían pérdidas en los rendimientos de la soja del ciclo 2013/14, luego de jornadas con temperaturas muy altas y clima seco, dijo el lunes un experto en clima agrario.
Las precipitaciones también favorecerían al maíz en el periodo 2013/14, evitando mayores pérdidas de rendimiento, aunque -a diferencia del caso de la soja- muchos cultivos del cereal ya sufrieron daños irreversibles durante una extensa ola de calor y falta de agua durante diciembre.
Argentina es el principal exportador mundial de aceite y harina de soja, y el tercero de maíz. El Gobierno argentino estimó el área de la oleaginosa 2013/14 en un récord de 20,8 millones de hectáreas y la superficie del cereal en 5,7 millones de hectáreas.
"Lo que viene bien es agua. A partir de mañana (martes) va a empezar a llover en gran parte de Buenos Aires. Es un frente bien definido que va a dejar lluvias homogéneas en zonas muy necesitadas. El miércoles el frente ya llegaría a la zona (agrícola) central", dijo a Reuters Germán Heinzenknecht, meteorólogo de Consultora de Climatología Aplicada (CCA).
"Es todo un período de inestabilidad que va a cubrir casi toda la región pampeana, con un promedio areal de al menos entre 35 y 40 milímetros para la zona núcleo, y que se extendería hasta el viernes", agregó.
Al igual que sucedió durante gran parte de diciembre, en los últimos días las principales zonas agropecuarias de Argentina registraron un clima mayormente seco, con temperaturas superiores a las habituales para el verano austral.
"Las lluvias son casi bisagra para la soja porque si (la oleaginosa) tenía que esperar una semana más iba a entrar a febrero muy complicada", dijo Heinzenknecht.
Con respecto al maíz, el experto aclaró que, si bien el cereal ya sufrió pérdidas por el clima adverso, las precipitaciones "por lo menos le van a poner freno al deterioro de las plantas".
Según el Ministerio de Agricultura, hasta el jueves los agricultores habían sembrado el 92 por ciento de la soja y el 88 por ciento del maíz.