ROMA, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Papa Francisco ha invitado a los religiosos a vivir la vida consagrada "nunca rígidos, siempre abiertos a la voz de Dios", durante la misa celebrada este domingo 2 de febrero con motivo de la XVIII Jornada Mundial de la Vida Consagrada en la Basílica Vaticana.
El Pontífice ha explicado que el encuentro de Jesús con su pueblo es el encuentro con "jóvenes y ancianos" y ha destacado que es bueno que "los ancianos comuniquen la sabiduría a los jóvenes", así como hace bien a los jóvenes "acoger este patrimonio de experiencia".
A través del pasaje del Evangelio en el que María y José llevan por primera vez a Jesús al Templo, el Papa ha explicado las características de los ancianos, representados por "Simón y Ana", y las de los jóvenes, reflejados en los padres de Jesús.
El Papa ha matizado que la pareja joven de María y José estaban felices "al cumplir los preceptos de Dios" porque no era un "apariencia exterior" sino un "deseo profundo". Por otro lado, los ancianos, según ha dicho el Pontífice, "estaban llenos de vida al seguir al espíritu santo".
Ante 50 religiosos y religiosas de varias congregaciones, Francisco ha puesto de manifiesto que el encuentro con Jesús es, por un lado, "alegre al observar las leyes del Señor" y, por otro, "alegre por la acción del Espíritu Santo". "Es un encuentro entre la observación y la profecía", ha comentado.
Finalmente, Francisco ha hecho una comparación con la vida consagrada en la que también se vive el encuentro entre "observación y profecía", y ha resaltado que no son "dos realidades contrapuestas".