Actualizado 27/11/2007 00:36

Bolivia.-El Gobierno boliviano dice que las protestas violentas en Sucre forman parte de un plan para derrocar a Morales

LA PAZ, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -

El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, afirmó hoy que las protestas violentas ocurridas el pasado fin de semana en Sucre forman parte de un plan no sólo para paralizar el trabajo de la Asamblea Constituyente, sino para derrocar al presidente, Evo Morales, según informó la Agencia Bolivariana de Información.

"Claramente, hay un plan que tiene varios puntos. Comienza por la resistencia civil, la ocupación de instalaciones públicas, promover algunas movilizaciones y bloqueos del sector del transporte", declaró el vicepresidente.

Además, también perseguirían poner fin al Gobierno de Morales, según Gacía Linera, acciones como el cerramiento de válvulas de gas y de petróleo o el aumento de los precios de los productos.

"Hay una guerra económica que ya la ha denunciado el Jefe de Estado. También hay la decisión de intentar aprobar una carta de una autonomía de facto, que es golpista, eso si es golpismo", expresó.

García Linera señaló que, ante estas medidas que impone, a su juicio, la ultraderecha, el Ejecutivo responderá con dos herramientas: "La defensa de la legalidad y, por lo tanto, la protección de las instalaciones con los mecanismos que nos brinda la Constitución y, en segundo lugar, apelando a la población en esta confrontación con estos sectores ultraderechistas, fascistas y golpistas".

En su opinión, existe una guerra contra el cambio, que es la lucha contra la Asamblea Constituyente y el Gobierno. Como respuesta, propone "resistir" cumpliendo la ley y apelando "al soberano, que es la población, el ciudadano de a pie, que es quien tiene que defender, comprometiéndose con este proceso de cambio, la Constitución y la democracia, y eso ya lo estamos viendo", señaló.

Consideró también que estas últimas semanas se ha observado un despertar después de un largo periodo de descanso, de letargo del movimiento social, porque la democracia también significa participación social y movilización colectiva.