LA PAZ, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha celebrado este miércoles que el país andino ya no es considerado por la comunidad internacional una "zona roja" del narcotráfico, después de que el año pasado consiguiera erradicar 11.407 hectáreas de cultivo ilegales de hoja de coca, una cifra récord.
"Felizmente, ahora ya no somos acusados por la comunidad internacional como zona roja, eso se ha terminado ", ha dicho durante la presentación del informe de su gestión gubernamental ante la Asamblea Legislativa.
Morales ha destacado que, desde 2009, un año después de expulsar de su territorio a la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), Bolivia lleva a cabo su propia estrategia contra el narcotráfico. "Esa es la valentía, el compromiso no solamente con la región, sino con el pueblo boliviano", ha subrayado.
El líder indígena ha detallado que "hasta 2008, con participación de la DEA, (se erradicaron) 5.400 hectáreas, mientras que el año pasado (fueron) 11.407 hectáreas, ya sin la participación de la DEA".
Morales ha considerado un acierto expulsar a la DEA de Bolivia, recordando que sus operativos dejaron 28 muertos y 468 heridos y denunciado que, además, "sus agentes usaban la lucha contra el narcotráfico con fines netamente geopolíticos".
"A algunos países les acusan de terrorismo, a algunos de narcotraficantes y con ese argumento (quieren) intervenir, invadir, para saquear los recursos naturales, por eso hemos decidido nacionalizar la lucha contra el narcotráfico", ha aclarado.
Además, ha valorado la "participación efectiva" de las organizaciones de productores de hoja de coca de La Paz y de Cochabamba para luchar contra los cultivos ilícitos, de acuerdo con la Agencia Boliviana de Información (ABI).
El jefe de Estado ha adelantado que este año su Gobierno destinará 234 millones de bolivianos (33,8 millones de dólares) a la lucha antidrogas y ha instado a la comunidad internacional a "compartir esta lucha sin ninguna imposición de políticas".
"FFAA EN RUINAS"
Por otro lado, se ha referido a las Fuerzas Armadas, destacando que su Gobierno ha conseguido "restablecer el mando soberano y estatal" de las mismas, después de años de "obediencia" a Estados Unidos.
"En 2006 recibimos un Ministerio de Defensa en ruinas, desacreditado, desprestigiado, con la peor imagen de su historia. Recibimos unas Fuerzas Armadas lastimadas por dos hechos: el genocidio de 2003 y la entrega sumisa de misiles", ha dicho.
Si bien, ha destacado que, en sus ocho años de gestión presidencial, el panorama ha cambiado sustancialmente. "Siento que hemos restablecido el mando soberano y estatal sobre las Fuerzas Armadas, que hemos superado el divorcio con la sociedad", ha afirmado.
También ha recordado que su Ejecutivo "ha mejorado las capacidades operativas de las Fuerzas Armadas, aumentando su presupuesto, su infraestructura y su equipamiento".