Actualizado 18/12/2007 21:34

Bolivia.- La oposición insiste en que el ex gobernador de Chuquisaca pidió asilo político en Perú

LA PAZ, 18 Dic. (EP/AP) -

El senador del partido opositor PODEMOS Roger Pinto insistió hoy que el ex prefecto (gobernador) del departamento de Chuquisaca, David Sánchez, salió de forma clandestina de Bolivia y llegó a Perú donde pidió asilo tras considerar que era víctima de "persecución política" del gobierno del presidente, Evo Morales, y también de grupos de la oposición.

El Ejecutivo restó importancia a las declaraciones de Pinto realizadas ayer en las que ratificó la renuncia del prefecto de Chuquisaca y su ubicación actual y se limitó a informar de la carta de renuncia, aceptada por Morales.

Pinto dijo hoy a AP que intervino en las gestiones reservadas de miembros de la Iglesia Evangélica, a la que él y Sánchez pertenecen, para que éste saliera de Bolivia ante el temor a que el gobierno actuara en su contra. Aclaró que no actuó como opositor sino "por razones humanitarias".

El senador aseguró que Sánchez se sentía "secuestrado" por el ministerio de Gobierno y que éste junto al ministerio de Defensa dispuso dos vehículos para vigilar al prefecto, después de que éste se presentara ante el presidente, Evo Morales, para pedirle garantías para él y su familia.

Pinto sostuvo que Sánchez llegó a La Paz tras los enfrentamientos en Sucre entre la policía y opositores del 24 de noviembre, que cobraron la vida de tres civiles y dejaron decenas de heridos. Entonces, una turba incendió su domicilio.

El viceministro de la Presidencia, Sacha Llorenti, acusó el lunes a agrupaciones cívicas y dirigentes opositores de Sucre de ser los responsables del incendio de la vivienda de Sánchez, quien desapareció de la luz pública ese mismo día.

"El desconfiaba del gobierno, él sentía que estaba casi secuestrado por el ministerio de Gobierno y que no había las condiciones para que, institucionalmente, se le dé la seguridad necesaria", prosiguió.

"No había institución --como Fiscalía, Corte Suprema-- a la cual acudir, y él consideraba que corría riesgo su familia", añadió el senador, al indicar que Sánchez consideraba que ambas instituciones judiciales están sometidas a presiones del Gobierno.

Recordó que Sánchez se vio en el medio de dos frentes: el Gobierno, al que el ex prefecto habría pedido que no insistiera en la aprobación de una nueva constitución sin consenso ni diálogo con Sucre, hoy rechazada por la oposición; y organizaciones cívicas de la ciudad que lo llamaron "traidor" por su vinculación al Ejecutivo.

Asimismo, el portavoz de Presidencia, Álex Contreras, afirmó ante la prensa que Sánchez no busca asilo en Perú y que no puede considerarse que este sea un perseguido político ya que no fue el Ejecutivo quien atentó contra sus bienes o amenazó contra su vida, sino grupos cívicos de oposición al gobierno de Morales.