Actualizado 18/03/2008 17:27

España/Bolivia.-Castilla La Mancha destina más de 500.000 euros a los damnificados por las inundaciones de Bolivia

TOLEDO, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -

Ofrecer alimentos, recursos sanitarios adecuados y nuevas captaciones de agua, así como prestar una especial atención a los niños es el objetivo de las tres ayudas de emergencia aprobadas por el Gobierno de Castilla-La Mancha, por valor de 500.000 euros, con destino a la región boliviana de Santa Cruz de la Sierra que, en las últimas semanas, ha sufrido graves inundaciones causadas por el fenómeno meteorológico de 'La Niña'.

En este sentido, dos de las ayudas serán gestionadas por la Fundación Hombres Nuevos, la cual destinará un total de 360.000 euros a la adquisición y reparto de alimentos, así como la atención sanitaria, la captación de agua potable y la reparación de las infraestructuras de saneamiento, con el fin de evitar la propagación de epidemias y enfermedades, explicó en nota de prensa la Junta.

En total, según el consejero de Bienestar Social, Tomás Mañas, "serán más de 3.500 familias las que se beneficiarán de estas ayudas, muchas de las cuales se han quedado sin casa, perdiendo con ello todo medio de subsistencia e, incluso, de acceso al agua potable. También existen unas 30 comunidades campesinas de la zona que han sido afectadas por estas inundaciones, a las que se ayudará en aquellos daños sufridos durante las últimas semanas".

El fenómeno conocido como La Niña ha inundado una gran parte de los departamentos bolivianos de Beni y Santa Cruz de la Sierra, causando un primer saldo de 22 muertos, cerca de 20.000 familias afectadas y fuertes pérdidas económicas, superiores a los 30 millones de dólares.

Por su parte, la tercera de las ayudas será llevada a cabo por la ONGD 'Proyecto Solidario' que destinará 150.000 euros en material de emergencia a las poblaciones de Beni y Santa Cruz afectada por estas inundaciones.

Para ello, hará llegar alimentos, carpas, colchones, mosquiteros, mantas y material sanitario a unas 500 familias de estas dos zonas, unas 4.000 personas, que se encuentran aisladas debido a la subida de las aguas fluviales o que han tenido que abandonar sus poblaciones por las riadas.