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SAO PAULO, 5 nov, 5 Nov. (Reuters/EP) -
- La actividad en el sector de servicios de Brasil registró en octubre su mayor caída en más de dos años debido a una disminución de las nóminas, a una baja de los precios y un retroceso de los nuevos pedidos debido a una elección presidencial impredecible.
El índice de gerentes de compras de HSBC para el sector de servicios de Brasil cayó a un mínimo nivel de 26 meses de 48,2 en octubre sobre una base desestacionalizada, desde un 51,2 en septiembre.
En tanto, el índice compuesto de HSBC para el sector de servicios de Brasil, que también incluye al sector manufacturero, bajó a 48,4 en octubre desde 50,6 en septiembre.
Una lectura menor a 50 indica contracción.
El indicador apuntó a un débil cuarto trimestre en la mayor economía de Latinoamérica, que entró en una recesión técnica en la primera mitad del año.
La presidenta Dilma Rousseff ganó la reelección a fines de octubre en la campaña presidencial más reñida en Brasil en décadas.
El resultado decepcionó a muchos inversores y líderes empresariales, que habían apostado por el candidato opositor, Aécio Neves, que era el favorito de los mercados.
Rousseff enfrenta la difícil tarea de estimular una recuperación económica al tiempo que debe llenar una brecha en el presupuesto federal para evitar una reducción de la calificación crediticia de Brasil.
Un nivel históricamente bajo de desempleo, uno de los éxitos económicos clave de su primer mandato, también está en riesgo.
Los niveles de personal entre los proveedores de servicios en Brasil, que han contrarrestado las pérdidas de empleos industriales en los últimos años, cayeron por tercer mes consecutivo, según el sondeo de HSBC.
Un aspecto positivo de la desaceleración para los consejeros del banco central podría ser un alivio de los riesgos inflacionarios. La creciente competencia y una demanda más débil forzaron a las firmas de servicios brasileñas a reducir sus precios por primera vez en casi cinco años, informaron economistas de HSBC.
El Banco Central de Brasil sorprendió a los economistas la semana pasada el subir las tasas de interés para combatir la inflación al consumidor, que se acerca a un 7 por ciento anual.