Actualizado 09/12/2014 14:49

ACTUALIZA 7-Rousseff consigue la reelección en Brasil impulsada por logros sociales

(Actualiza con detalles, resultados y cambia firma de autores)

Por Brian Winter y Alonso Soto

RIO DE JANEIRO, 26 oct, 27 Oct. (Reuters/EP) -

- La presidenta Dilma Rousseff ganó el domingo la reelección en Brasil, después de convencer al electorado de que los logros de su partido en materia de pobreza y en programas de bienestar pesaban más que la desaceleración de la economía.

Tras una de las campañas más reñidas y divisivas en Brasil en décadas, Rousseff consiguió un 51,6 por ciento de los votos válidos en la segunda vuelta contra el 48,4 por ciento del senador Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), según resultados oficiales con más de un 99 por ciento de los votos contabilizados.

En un hotel en Brasilia, donde se esperaba que Rousseff hablara, seguidores del Partido de los Trabajadores (PT) portaban banderas rojas y saltaban dando gritos de celebración.

En Sao Paulo, un bastión del PSDB, se notaba un humor más apagado que era interrumpido por gritos de algunos partidarios. Neves admitió la derrota y afirmó que la mayor prioridad debe ser unir a Brasil.

En un momento en que la economía enfrenta profundos desafíos, Ideli Salvatti, una de las principales figuras del gabinete de Rousseff, dijo que el Gobierno buscaría liderar un "un proceso de reconciliación nacional teniendo en cuenta lo ajustado que fue el resultado".

"Tenemos que calmar nuestros corazones primero y luego volver a trabajar mañana", dijo a periodistas.

La victoria de la mandataria implica otros cuatro años de Gobierno para el Partido de los Trabajadores de Rousseff.

Desde 2003, el PT prácticamente ha transformado a Brasil, sacando a 40 millones de personas de la pobreza, reduciendo el desempleo hasta mínimos históricos y con grandes avances contra el hambre en el que sigue siendo uno de los países con mayor desigualdad del mundo.

Pero en los últimos tiempos la imagen del partido había cambiado. La economía se desaceleró bajo la dirección de Rousseff por sus políticas duras y a menudo impredecibles que, combinadas con un entorno global menos favorable, hicieron ver a los días de robusto crecimiento de la década pasada como un recuerdo distante.

Numerosos escándalos de corrupción, una inflación elevada y la frustración por lo precario de los servicios públicos llevaron a muchos a considerar a Neves, cuya agenda era más amigable con el sector privado.

La campaña de Rousseff respondió con advertencias a los votantes, principalmente a los más pobres, de que un voto por el PSDB implicaría volver al Brasil más desigual y menos compasivo de los noventas -argumento que Neves negó, pero que terminó por prevalecer.