Publicado 21/02/2014 04:29

Las aerolíneas denuncian que las obras en aeropuertos de Brasil están "más atrasadas que las de los estadios"

Aeropuerto De Congonhas, Sao Paulo
AGENCIA BRASIL

SAO PAULO, 21 Feb. (Reuters/EP) -

Las aerolíneas internacionales han denunciado este jueves que las obras en los aeropuertos que padecen de "congestión crónica" en Brasil están "aún más atrasadas que las de los nuevos estadios de fútbol" de cara al Mundial y se han mostrado "preocupadas" de que el Gobierno brasileño pueda aplicarles una serie de multas.

El jefe de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, Tony Tyler, ha explicado que temen que se multe a las aerolíneas por el retraso de vuelos y la pérdida de equipajes en aeropuertos que "ya están saturados".

A menos de cuatro meses del inicio del torneo, el aeropuerto más congestionado de Brasil --en Sao Paulo-- aún no ha terminado una nueva terminal y otras zonas están preparando tiendas de campaña temporales para recibir el aumento en la cantidad de pasajeros.

Estos hechos dejan a las aerolíneas preocupadas de que las hagan responsables por unos sistemas de recogida de equipaje que "no han sido probados" y por terminales "atestadas". Así, denuncian que muchos de los aeropuertos más grandes de Brasil operan más allá de su capacidad después de años de abandono por parte del operador estatal Infraero.

"Es muy injusto el hacer responsables a las aerolíneas por cada interrupción que ocurra si francamente es un problema de infraestructura", ha explicado Tyler, antes de una visita al Aeropuerto Internacional Guarulhos de Sao Paulo.

Las aerolíneas están sumando cientos de rutas internacionales y casi 2.000 nuevos vuelos domésticos para transportar a cerca de 600.000 aficionados extranjeros y millones de turistas brasileños entre la docena de ciudades que albergarán los partidos.

Dependiendo de cuánto se prolongue una demora en el vuelo, las aerolíneas son responsables de la alimentación, transporte y alojamiento de los pasajeros, sin importar qué provocó el retraso.

La escasez de habitaciones de hoteles a precios asequibles durante la Copa del Mundo podría hacer que los costos de un vuelo cancelado sean muy altos, concluye Tyler.