Actualizado 03/04/2008 03:31

Brasil.- El biodiésel podría no ser una fuente tan rentable y ecológica aunque ayudará a muchos pequeños agricultores

IRAQUARA (BRASIL), 3 Abr. (Reuters/EP) -

La demanda cada vez mayor de biodiésel se ha vuelto un 'salvavidas' para algunos agricultores pobres que cultivan semillas de oleaginosas en el nordeste de Brasil, aunque, según los críticos, este tipo de combustible no es tan limpio, equitativo y abundante como alardea el Gobierno.

Los inversores, entre los que se incluyen numerosos extranjeros, han acudido en masa al vasto interior de Brasil, con su gran potencial agrícola y unos costos de producción altamente competitivos, para producir biocombustibles.

"Nunca nadie quiso estos materiales y ahora no hay cantidad suficiente", aseguró Joel Queiroz, agricultor de productos de ricino resistentes a la sequía, que vende a una refinería de biodiésel en Iraquara, a 500 kilómetros al oeste de la capital de estado de Bahia, en Salvador.

"Brasil es la nueva Arabia Saudí", manifestó, por su parte, el gerente de planta del fabricante de biocombustible Ecodiésel en Iraquara, Ricardo Alonso. La estructura de acero de la refinería y los camiones de 36 ruedas, son un duro contraste con las frágiles chozas de adobe de los campesinos locales.

PROGRAMA GUBERNAMENTAL

El presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, presentó el programa de biodiésel que lanzó en 2004 como clave para reducir la pobreza y disminuir el calentamiento global.

El diésel que se vende a los conductores contiene un 2 por ciento de biodiésel. Ese índice aumentará al 3 por ciento en julio y eventualmente al 5 por ciento. Brasil ya es el mayor exportador de etanol, que se deriva de la caña de azúcar, y Lula quiere que el biodiésel siga ese ejemplo.

Aun así, la segunda generación de biocombustibles no es tan propicia como el Gobierno creería. Cerca del 95 por ciento de los 1.000 millones de litros de biodiésel producidos por año son hechos a partir de grasa vacuna y aceite de soja, ambos menos eficientes en energía y fabricados por grandes negocios agrícolas.

PROBLEMAS ECONÓMICOS

"Si no somos cuidadosos, el biodiésel generará la misma el director de una cooperativa agrícola de Bahía, concentración de riqueza que produjo el etanol durante décadas", dijo Erico Sampaio Souza. "A los pequeños agricultores les falta crédito y conocimiento de tecnologías", agregó.

El suministro de los materiales sin refinar ha sido errático. El año pasado Ecodiesel se quedó sin los materiales porque los agricultores ignoraron un contrato y vendieron parte de su producción de ricino a la mayor oferta de la industria química.

Las autoridades están ansiosas por desestimar el impacto ambiental de los biocombustibles. Las cosechas para biodiésel y etanol juntas ocupan solo 5,5 millones de hectáreas, menos del 2 por ciento de toda la tierra de agricultura y ganadería, según ellos.

IMPACTO MEDIOAMBIENTAL

"El impacto sobre el medio ambiente o los precios de los alimentos es insignificante", afirmó el director de combustibles renovables en el Ministerio de Energía, Ricardo Dornelles, el cual añadió que hay 91 millones de hectáreas de tierras de labranza sin utilizar.

El crecimiento de los biocombustibles es probable que presione en forma adicional a los precios de tierras y de materias primas, forzando a los agricultores a internarse más en la selva del Amazonas en busca de tierras más baratas.

"Me sorprende cuando las autoridades dicen que los biocombustibles no afectarán al Amazonas, por supuesto que hay una relación", comentó el coordinador del Instituto de Investigación Ambiental del Amazonas, Paulo Barreto.

El aumentado crecimiento de la caña de azúcar para etanol en Sao Paulo ha ayudado a empujar hacia el norte a los ranchos de ganadería menos rentables y el biodiésel podría hacer lo mismo, dijo Barreto. "Brasil no está listo para un auge de biocombustibles", agregó.